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Intel invertirá 500 millones de dólares para mejorar su producción en 14 nm

La excesiva dependencia de Intel sobre el proceso de producción en 14 nm ha dado pie a una situación complicada, que se ha visto agravada por la alta demanda de CPUs y soluciones del gigante del chip fabricadas en dicho proceso.

En un primer momento Intel tuvo que priorizar a los OEMs sobre el canal minorista para evitar que los grandes del sector se queden sin los componentes que necesitan para afrontar la campaña navideña, algo que no ha hecho más que acentuar la escasez de algunos procesadores de última generación.

El precio de casi todos los productos de consumo general fabricados derivados del proceso de producción en 14 nm ha subido de manera considerable, aunque gracias a las últimas inversiones y ajustes que ha realizado Intel la situación ha empezado a mejorar de forma gradual durante las últimas semanas. Los precios muestran una tendencia a la baja y hay un nivel de stock aceptable.

Sin embargo, el gigante de Santa Clara es consciente de que todavía hay margen de mejora y por ello ha confirmado que tiene previsto invertir otros 500 millones de dólares para mejorar la capacidad productiva de sus principales fábricas en proceso de 14 nm.

En total la inversión de Intel durante 2018 para mejorar su capacidad productiva sube hasta los 15.500 millones de dólares, cifra que representa un incremento de 1.500 millones de dólares frente a sus previsiones iniciales.

Dado que la compañía todavía tiene que afrontar al menos un año con una dependencia casi total alrededor de los 14 nm es comprensible que quieran asegurarse de apuntalar un buen nivel productivo. Si todo va según lo previsto se espera que los primeros procesadores de Intel fabricados en proceso de 10 nm empiecen a llegar entre finales de 2019 y principios de 2020, siempre que se cumplan las estimaciones que ha dado recientemente el gigante del chip.