No cabe duda de que Amazon ha ido ampliando su negocio de comercio online y, al mismo tiempo, el de su cadena de distribución a través de Amazon Logistics y Amazon Flex. Desde hace ya algún tiempo que se habla de la intención de la compañía de prescindir de los servicios de mensajería con los que trabaja para hacerlo a través de su propio servicio. Para ello contaría con el servicio de una o varias empresas que operarían bajo el paraguas de Amazon y haciendo uso de su tecnología, una práctica que ya ha iniciado.
Además, Amazon ya dispone de su propio servicio de repartidores a los que contrata para servicios de reparto a través de Amazon Flex. A pesar de las críticas que ha recibido, especialmente por contar con repartidores que hacen uso de su propio vehículo particular para realizar estos repartos, Amazon quiere suavizar la situación. Para ello busca un acercamiento con la patronal logística española UNO, que aglutina gran parte de las firmas de distribución en nuestro país.
Los rumores apuntan que Amazon pretende formar parte de la patronal logística UNO
Precisamente fue UNO la patronal que denunció públicamente su intención de acudir a las administraciones públicas para pedir que garantizaran que Amazon cumpla con lo que exige la ley para realizar esta actividad. Para UNO, no solo los vehículos particulares de los repartidores autónomos que contrata Amazon incumplen con lo establecido por la ley ya que no son aptos para el transporte de mercancías sino que tampoco cuentan con la autorización administrativa pertinente.
Algunos rumores apuntan que Amazon podría pretender formar parte de UNO, aunque para ello debería presentar su solicitud formal, algo de lo que aún no se tiene constancia, y que ésta fuera aprobada por los órganos de dirección.
La entrada de Amazon Logistics en la patronal podría ser factible, dado que contrata servicios profesionales para hacer las entregas. Sin embargo, Amazon Flex no lo tendría tan sencillo ya que contrata autónomos para hacer este servicio pero que no cuentan con la capacitación necesaria, algo en lo que el sector está totalmente en contra.
De momento, Amazon cuenta con el rechazo de gran parte del sector que ve como una amenaza los planes de la compañía en el sector de la logística y la distribución, no solo por los bajos precios que paga a sus trabajadores, sino porque, de prescindir de empresas colaboradoras, sería el fin para muchas de ellas y, por ende, de puestos de trabajo.