Un año más, y contra todo pronóstico, se vuelven a rebasar las cifras de venta en el Black Friday. Según los datos de Adobe Analytics, durante el viernes negro se gastaron en Estados Unidos 6.220 millones de dólares, esto es, un 23,6% más que en la edición de 2017. El importe fue determinante para grandes figuras como Amazon o Walmart.
El incremento de cifras coincide también con el auge del comercio móvil. En este sentido, los datos de Adobe apuntan a que por primera vez se rebasó los 2.000 millones de dólares vendidos a través de dispositivos móviles. Esto supone el 33,5% de las transacciones frente al 29,1% generado en 2017. De hecho, se multiplicaron por 10 las visitas desde móviles a tiendas on-line.
A nivel global, el Black Friday 2018 podría haber generado 1.300 millones de euros en ventas on-line, un 13% más que en 2017. Todo ello porque prácticamente la mitad de los consumidores estaba dispuesto a pagar.
Si hace unos años pocos eran los comercios que sabían que era eso del Black Friday, de un tiempo a esta parte pocas son las tiendas físicas u on-line que no sucumben al fenómeno estadounidense. Esto ha provocado una saturación palpable.
Aún así, la campaña funciona. Los primeros datos que vimos durante el viernes negro en España evidencian que, pese a la masificación de campañas, los consumidores están dispuestos a responder. El 28% de los compradores optaron por la tecnología.
Figuras de referencias como MediaMarkt también confirman este buen comportamiento. La cadena alemana asegura que el volumen de ventas se incrementó un 40% respecto al Black Friday de 2017, con 400 pedidos por minuto en su plataforma on-line.