Un mes ha sido suficiente para que Apple compruebe que sus iPhone, lanzados en septiembre de 2018, no están teniendo la acogida que esperaba. Según apuntan los proveedores a los que alude de The Wall Street Journal, el fabricante ha tenido que ajustar a la baja el número de componentes y dispositivos para adaptarse a la demanda actual.
Aunque el medio estadounidense no habla de cifras concretas de producción, si pone sobre la mesa las perspectivas de varios proveedores de Apple. Japan Display, IQE, Lumentum Holdings o AMS AG, todas ellas empresas que trabajan con la corporación de Cupertino, han disminuido sus previsiones de ventas en los diferentes suministros que le aportan.
La situación es especialmente complicada para el iPhone Xr, el terminal más comedido de la casa, donde Apple ha recortado la producción entre septiembre y febrero un tercio hasta los 70 millones de unidades.
Apple lleva un tiempo desmarcándose de las grandes subidas en ventas de iPhone. Sus conferencias de presentación ni sus últimos modelos causan el impacto de antaño. Esta realidad se nota en las búsquedas que van disminuyendo a medida que se lanzan nuevos terminales.
Además, el mercado no ayuda. La maduración del sector smartphones está haciendo que llevemos un año de declive a nivel general, y por supuesto, en el caso de Apple, una marca que nunca ha sido especialmente barata.
Para contrarrestar esta bajada de demanda, Apple contraatacó con una subida de precios. De hecho, en la anterior generación sobrepasó la barrera psicológica de los 1.000 euros que se pagaría por un smartphone. Más allá del revuelo inicial, la estrategia venía a compensar con un mayor margen esa reducción de demanda.
Tanto es así que a principios de mes decidió dejar de informar sobre las unidades de iPhone, iPad y Macs vende. Una nueva política que viene a confirmar que quizás la marca no está en su mejor momento, o peor aún, comienza a entrar en una fase de declive.
Pero no podemos obviar lo qué es Apple. Como segundo fabricante mundial de smartphone, el imperio levantado por la corporación no se va a desmoronar de un día para otro, pero si puede que su negocio clave se reduzca a medio largo plazo. Es cierto que el gigante tiene suficiente músculo cómo para encontrar una salida. Pero ¿cuál será?.