Utilizar el WhatsApp para tramitar un pedido, dar un correo personal para obtener información de negocio o apoyarse en la agenda del móvil personal para administrar el día a día laboral son acciones de lo más cotidianas. El software se ha introducido en nuestra vida de una forma en la que a veces es difícil discernir entre los profesional y personal. Y mucho más cuando desde las organizaciones no se ofrecen las soluciones adecuadas.
Un estudio de CCS Insight revela precisamente esta realidad que vivimos a diario. El 74% de los empleados de grandes organizaciones consultados utilizan software personal para propósitos profesionales porque no cuentan con las herramientas idóneas para hacerlo. Un hecho que se extiende a cualquier tipo de empresa y supone un reto para los gestores TI.
Entre las aplicaciones más comunes en el trabajo destaca WhatsApp. El 30% de los trabajadores revela usarlos en su día a día. Por detrás, y muy cerca, Office 365 (29%), G Suite (22%) y Dropbox (22%). En el listado también aparecen Adobe, LinkedIn, Amazon, Skype o Facebook.
El uso de software personal o aplicaciones en el entorno empresarial supone un desafío a la hora de gestionar la tecnología. No solo por las implicaciones a nivel de privacidad y seguridad sino también porque se pierde el control de lo que está pasando en el negocio.
En este sentido, un tercio de los encuestados está preocupado por la privacidad. La instalación de aplicaciones personales para fines corporativos se revela como una preocupación en la que muchos no saben cómo manejar.
De hecho, los empleados confían en la seguridad que le aportan su software personal. El 45% cree que sus datos están seguros con Microsoft. El fabricante gana a Google que es la gran referencia entre los más jóvenes.
Imagen | Sara Kurfeß