Gamificación para entender las labores diarias de un responsable de ventas en Walmart. Así es como el gigante americano ha querido mostrar a sus empleados qué supone trabajar en las entrañas de sus almacenes y hasta qué punto es vital su papel. Como vendedores también es una oportunidad para obtener pistas sobre su estrategia e implementación.
El juego Spark City, disponible desde dispositivos iOS y Android, recrea los espacios de trabajo en una tienda de la compañía. Los jugadores tendrán la ocasión de «maximizar la disponibilidad en las estanterías del cliente y ventas mientras mantiene el establecimiento limpio con un servicio rápido y amigable», comentan desde el propio producto.
Walmart está utilizando este juego como parte de la formación a sus empleados. Implementado de forma piloto en una docena de tiendas en verano, la aplicación ya se proponía en los 200 centros formativos de la casa. Respecto a esta forma de formar a los trabajadores añadían:
Los juegos móviles fueron una progresión natural para dar a nuestros formadores una manera diferentes de fortalecer el aprendizaje en la clase y el terreno de venta».
El juego propone una jornada de trabajo de 8 horas donde los empleados tienen que realizar las tareas cotidianas de atención al cliente, reposición de inventario y gestión. Pasada ese recorrido, la app te propone estadísticas de rendimiento y opciones de mejora.
Gamificación para mejorar el negocio
Aunque las expectativas hace unos años para este nicho eran muy positivas -Gartner pronosticaba en 2012 que en 2015 el más del 70% de las empresas del ranking Global 2000 de Forbes habrán aplicado o tenido experiencias de gamificación-, lo cierto es que el impulso de esta metodología de aprendizaje y comunicación está un poco estancada.
Este ejemplo pone en el centro de atención nuevamente la gamificación. Una fórmula que se puede implementar para la formación, marketing, procesos de venta o comunicación aportando interesantes ventajas. Aprender jugando es una forma mucho más cercana, productiva y eficiente de gestionar materias complicadas o explicar conceptos ajenos a ciertos usuarios.
Detrás de la falta de gamificación están los altos costes. Crear un juego como el de Walmart supone un presupuesto importante, sobre todo, para una mediana o pequeña empresa. Seguramente por ello su implementación está más avanzada en grandes corporaciones con mayores recursos para innovar.