Si hay un héroe secreto en el entorno tecnológico, ese es el responsable de negocio TI. El profesional siempre es el foco de atención cuando surgen problemas con las conexiones, brechas de seguridad o dificultades en la gestión de programas. Pero pocas veces son reconocidos por su buen trabajo. Sin embargo, su papel es fundamental dentro y fuera de las compañías.
Los partners tecnológicos deben ser conscientes de que los responsables de negocio TI son los tomadores de decisiones. De ellos depende, en gran medida y cada vez más, que una organización funcione correctamente. Un aval que les permite tener un poder importante a la hora de optar por una u otra tecnología y al que se suman otras funciones.
Estas figuras también son responsables de la planificación y ejecución de la estrategia tecnológica de las empresas. Sin embargo, en muchas ocasiones este fundamental trabajo queda escondido tras la vorágine del día a día.
Si bien lo ideal es que todos los negocios contarán con un responsable de negocio TI, la realidad es bien distinta. El 95% de las pymes no cuenta con personal cualificado ni especifico con gestionar la tecnología.
En el caso de las grandes corporaciones, donde si existen diferentes figuras de responsabilidad tecnológica, muchos de los directivos no tienen el conocimiento integral para abordar las diferentes áreas que necesitan las organizaciones.
El partner TI tiene una posición privilegiada como adalides tecnológicos
Estas dos situaciones ponen al partner TI en el centro de la acción. Adalides de la tecnología, se encuentran en una posición privilegiada para asesorar, integrar y solucionar problemas que ayuden a las compañías a estar más cerca de la ansiada digitalización que tanto les presiona.
Además, la coyuntura está de su parte. Durante este 2018 se prevé que el gasto en tecnología por parte de las empresas a nivel mundial se acerque a los 4 billones (millones de millones) de dólares. De este montante un billón (millones de millones) de dólares se irá a servicios TI. La cantidad supone una subida de 7% que seguirá en senda alcista en años posteriores, al igual que el resto de inversiones TI.
¿Qué busca el responsable TI?
Conexiones de Red lentas, programas de gestión que no funcionan u ordenadores que fallan pueden ser algunos de los asuntos tecnológicos a resolver más comunes en una empresa. En este contexto, las compañías y por extensión, los responsables de la administración tecnológica tienen muchos frentes que atender y casi siempre, pocos recursos y tiempo.
Es por ello que una de las principales quejas de estas figuras es la pérdida de tiempo en la gestión de dispositivos o resolución de problemas en vez de invertir ese tiempo en la planificación estratégica. Lo revela un informe de IDC, en colaboración con HP, donde el 63% de los responsables de negocio TI quisiera dedicarse a la seguridad o transformación digital mientras que el 38% confía en los modelos DaaS para quitarse carga de trabajo.
En muchas empresas además se necesitan conocimientos. Las nuevas tendencias en todas las vertientes tecnológicas -cloud, IA, blockchain…- son complicadas de entender e integrar en un negocio ajeno a la tecnología. De ahí que muchos responsables de negocio TI, por obligación o por oficio, necesitan apoyo y formación para abordar esta realidad tan compleja.
Otras de las áreas claves es la seguridad. Ante la oleada de ciberataques, el 87% de los directivos quiere invertir más en este nicho pero muchos de ellos no tienen ni la formación ni la planificación adecuada para protegerse con garantía de éxito. En este entorno los modelos basados en servicios se erigen como la gran oportunidad.
Detrás de todas estas reclamaciones nos encontramos ante la evidente necesidad de contar con un gestor TI especializado. Un externo, al que acuden el 72% de las compañías, que ofrezca un servicio integral. La figura del proveedor de servicios, partner tecnológico o integrador que consiga liberar a las compañías de ciertas tareas rutinarias y le ayude a encontrar la senda hacia la mayor productividad, ahorro de coste y eficiencia empresarial.
Imagen | Esteban Lopez