A nadie se le escapa la importancia que está adquiriendo la ciberseguridad a nivel mundial. Capaz de poner en jaque gobiernos, juegos olímpicos o multinacionales de la talla de Sony o Facebook, lo cierto es que la protección de servidores, infraestructura de red y equipos es cada vez más vital entre empresas y consumidores.
No en vano, la ciberseguridad es uno de los puntos fuertes de la tecnología actual y futura para los partners TI. Mientras el cibercrimen avanza, consumidores y empresas siguen buscando la mejor fórmula para protegerse. Sin embargo, todavía hay mucho que concienciar ante las amenazas más avanzadas.
El primer paso en esta concienciación es el de conocerlas. A partir de ahí podremos establecer las pautas adecuadas e intentar mantener a nuestros clientes preparados para cualquier incidencia.
Sobre los ataques más actuales y avanzados nos ha hablado Vicente Díaz, analista del equipo de Investigación Global y Análisis de Kaspersky Lab. El profesional advertía del contexto:
Las amenazas avanzadas crecen porque hay un gran negocio detrás. Esto unido a que las herramientas para generar los ataques se han generalizado crea un caldo de cultivo donde cada vez vemos más ataques contra la infraestructura de Red, un hardware a menudo menos securizado».
Con este panorama a la vista debemos entender cuáles son las principales amenazas avanzadas: «el auge del código malicioso para minar criptomonedas o el timo del CEO son algunas de las últimas tendencias donde se están centrando los cibercriminales», apuntaba Vicente Díaz. Dos vertientes que se unen a otras ya más tradicionales pero en plena vigencia como los ataques DDoS, virus, ransomware o phising.
El entorno se vuelve especialmente delicado en el universo IoT que se está creando. La ciberseguridad en este sentido es más importante aún si tenemos en cuenta cómo se están multiplicando las amenazas.
Según un informe del mismo fabricante de ciberseguridad, en la primera mitad de este año se han generado más de 120.000 nuevas alteraciones de malware para atacar dispositivos conectados. La cifra triplica los presentes en todo 2017.
El crecimiento del IoT, que será exponencial en los próximos años, supone una clara oportunidad para los cibercriminales. En el 93% de los casos los ataques de fuerza bruta son los utilizados. Por detrás, el acceso de un dispositivo IoT se obtuvo a través de exploits. La infraestructura de Red es, en estos casos, el hardware más atacado en un 60% de los casos.
Imagen | Blake Connally