Los algunos de los nuevos Macs como el MacBook Pro de 2018 y iMac Pro contarán con un nuevo software propietario para bloquear las reparaciones independientes y de terceros. La nueva política, anunciada entre proveedores de servicios autorizados de la casa a finales de septiembre, se aplicará a todos los ordenadores con el chip ARM T2.
Con este nuevo software, las reparaciones de terceros o del propio usuario harán que el equipo se quede inoperativo, a menos que se ejecute un software de “configuración del sistema”, un software propietario denominado Apple Service Toolkit 2 que actúa a modo de software de diagnóstico.
El bloqueo se activará para cualquier reparación que implique el reemplazo de la pantalla, la placa lógica, la carcasa superior (el teclado, el panel táctil y la carcasa interna) o la placa del Touch ID del MacBook Pro. En los iMac Pro, se activará si se reemplaza la placa lógica o el almacenamiento flash.
Después de realizar estas reparaciones, las computadora solo comenzarán a funcionar nuevamente después de que Apple o un miembro de uno de los programas de reparación como Proveedor Autorizado de Servicios de Apple ejecute el Apple Service Toolkit 2. Si no se realiza este paso, «se producirá un sistema inoperativo y una reparación incompleta».
Los kits de herramientas de servicio de Apple solo están disponibles para los técnicos que trabajan en instalaciones de servicio autorizadas por Apple y solo funcionan si están conectados al Global Service Exchange de Apple, un servidor basado en la nube usado para reparaciones y servicio.
Adiós al negocio después de la venta
La nueva normativa hará imposible para un usuario o para una empresa tercera especializada reparar los nuevos Mac. La única forma de reparar el ordenador será pasando por caja, por la de Apple, eso sí. De esta forma, el gigante cierra una puerta de negocio para muchos vendedores TI.
Esta censura que no es nueva en Apple, una compañía que no es especialmente abierta a trabajar con un canal tradicional y plural. Además de paso aprovecha el tirón para cerrar el mercado de piezas alternativas que llegan del mercado chino alegando razones de propiedad intelectual.
Apple ha sido demandado en varias ocasiones por bloquear reparaciones de terceros y ha sido criticado (como otras tecnológicas) por el mayor interés en vender nuevos productos y no en reparar. Un ejemplo reciente viene dado por los iPhones que reducían su velocidad a medida que las baterías acumulaban meses de uso e iban perdiendo su capacidad original.
La pasada primavera, una pequeña firma de reparaciones noruega ganó un pleito a Apple en un caso de los conocidos como “derecho a reparar” donde los de Cupertino son líderes negativos. Como explicó el abogado de la tienda noruega: “Quieren el monopolio de las reparaciones para poder mantener los precios altos. Por tanto, no quieren vender repuestos a nadie más que a ellos mismos”.
Gay Gordon-Byrne, responsable de Repair.org, aseguró que “Apple está demostrando ser la imagen mundial del movimiento contra las reparaciones” y recuerda que Apple “no posee” el producto después de haberlo vendido y el cliente tendría que poder decidir donde llevar sus productos a reparar.