Apple mantiene una estrategia centrada en rentabilizar al máximo las ventas de sus principales productos a través del hardware. Esto se deja notar en el precio de venta, que resulta superior al de otros productos que podríamos considerar como equivalentes.
Podríamos poner muchos ejemplos: la serie MacBook, que tiene un precio de venta superior al de cualquier portátil estándar con un hardware idéntico, o los iPhone, que tienen un precio superior al de la mayoría de los smartphones tope de gama actuales.
Ese alto precio de venta ha sido una parte fundamental de la estrategia de Apple y ha funcionado sin problemas hasta nuestros días. Para justificar la diferencia de precio frente a sus rivales la firma de Cupertino ha sabido rodearse de un halo de exclusividad y de un ecosistema de software y servicios cerrado pero bastante completo, seguro y fácil de usar.
En este sentido iOS es el máximo exponente, un sistema operativo móvil que sienta como un guante al iPhone y al iPad y que cuenta con una tienda de aplicaciones de primer nivel, la App Store.
Sin embargo las ventas de productos Apple, incluidos desde los más populares (iPhone, MacBook, iMac, …) hasta los «recién llegados» (HomePod) están quedando por debajo de lo esperado. No están cumpliendo con las expectativas en términos de ventas, una realidad que ha generado dudas sobre la cuestión de mantener ese precio premium para seguir haciendo dinero con el hardware.
Actualmente muchos gigantes, entre los que podemos destacar a Amazon y a Google, comercializan productos a precio de coste o incluso con pérdidas para expandir su ecosistema de servicios y obtener ingresos a través de ellos. Apple no sigue esa estrategia, ¿pero debería empezar a hacerlo?
Para algunos analistas la respuesta es un sí rotundo, pero francamente no creemos que Apple vaya a dar un giro rotundo en ese sentido. Es cierto que la firma de Cupertino se ha dado cuenta de la importancia de cubrir otros mercados y de ir más allá del nivel «premium» (el iPhone SE ha sido el mejor ejemplo), pero esto no quiere decir que vayan a dar un giro de 180 grados.
A corto y medio plazo lo más seguro es que Apple mantenga la misma estrategia pero con pequeñas ampliaciones de catálogo para ofrecer algunos productos a un precio más asequible. El iPhone 7 y el iPad 2018 son los mejores ejemplos que tenemos actualmente, y no debemos olvidar que según varias fuentes la firma de la manzana mordida podría sorprender con un MacBook económico a mediados del próximo año.