Cada vez más tiendas on-line tienen claro que el envío es una parte fundamental de su negocio. Una realidad que es lógica si tenemos en cuenta que los consumidores se fijan en este aspecto tanto como en el precio o los servicios. No hay más que ver el éxito de las tarifas planas para darse cuenta de que la logística puede marcar la diferencia entre una venta fracasada o triunfante.
La opinión de los consumidores en muchas encuestas lo tienen claro: los envíos lentos son una de las principales causas de abandono para el 26%. En otros estudios se apunta que el retraso en un envío influye directamente en las futuras decisiones de compra en esa misma tienda on-line.
En este contexto nos encontramos con diferentes estrategias: aquellos que optan por envíos con tarifa plana (Amazon o PcComponentes) o los que aprovechan su infraestructura física para acelerar la entrega de los pedidos (MediaMarkt o Worten). Y es entonces cuando nos planteamos ¿mejor ser rápido u ofrecer este servicio gratis?
Seguro que muchos vendedores on-line seguro que se han planteado esta cuestión. Y es que sin ser Amazon u otro gran e-tailer es complicado poder equilibrar el gratis con el rápido y que salgan las cuentas positivas. Es por ello que debemos estudiar qué puede ser más beneficioso para nuestro negocio on-line.
Llegados a este punto y teniendo claro la importancia de la logística en el comercio electrónico, es el momento de plantearse si es necesario optar por un servicio de calidad, que consecuentemente tendrá unos costes elevados, u ofrecer un servicio más modesto pero dar el valor del «gratis».
Las técnicas en este sentidos son diversas; la tónica general imperante opta por ofrece el servicio de envío gratis a partir de una cantidad. Eso hace que muchos consumidores se sientan motivados a gastar más impactando beneficiosamente en el negocio.
Combinar diferentes fórmulas logísticas es una solución
Sin embargo, hay otras vías de explotación para dar este servicio gratis. Ya sea la entrega en puntos cercanos al hogar del cliente o en las tiendas físicas de la marca o colaboradores. Esto nos ayuda centralizar los envíos minimizando los gastos además de dar la oportunidad al consumidor de elegir. Otra opciones es apostar por la tarifa plana con envíos gratuitos. Una fórmula que sin tener un volumen amplio de envíos es complicado de poder abordar sin perder dinero por el camino.
Si preferimos elegir la rapidez por encima del precio, debemos tener claro que «la calidad se paga» y eso puede repercutir en el precio que pague el consumidor final o en nuestra cuenta de resultados.
Sin embargo, ni los clientes ni sus necesidades son las mismas en todos los casos. Es por ello que combinar diferentes fórmulas logísticas puede ser la solución más acertada para adaptarnos.
En cualquier caso, debemos equilibrar la balanza para ofrecer el mejor servicio logístico posible pero ajustando los costes que le repercutimos al consumidor. Aplicando esta combinación y siendo siempre muy transparentes con el cliente conseguiremos que los envíos no sean un quebradero de cabeza mayor del que puede ser en situaciones normales.
Imagen | Marius Christensen