A estas alturas nadie pone en duda que el comercio electrónico es una fórmula comercial más con gran proyección de futuro. Los 30.000 millones de euros que se ingresaron en 2017 por esa vía en España combinados con los crecimientos que se dan trimestre a trimestre son síntomas de esa buena salud.
Siempre que hablamos de venta on-line parece que nos referimos al comercio hacia los consumidores (B2C). Sin embargo, la demanda por parte de las empresas es cada vez mayor ya que se llevan prácticas de consumo hacia la parte profesional. Básicamente una profesionalización de la consumerización tecnológica que va en aumento.
Según los cálculos de ShopifyPlus, el año pasado a nivel global se alcanzó un negocio on-line de 10 billones (millones de millones) de dólares. De estos, menos de una tercera parte fue a parar a la venta al consumidor final (2,4 billones de dólares) mientras que el resto se ingresó gracias a las empresas (7,6 billones de dólares).
Los datos, que como podemos observar en el gráfico van en senda alcista también en el ámbito profesional, muestran un buen porvenir que algunos ya están aprovechando.
Al buscar datos más locales, la información es más difusa. Solo la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital) subraya en un estudio que el 43% de las empresas de nuestro país realizaron alguna transacción comercial B2B. Un índice que va en aumento y continuará ya que el 87,3% de los consultados ha mantenido o incrementado sus inversiones en el área digital.
Siendo una de las grandes referencia en materia de comercio electrónico, Amazon no podía perderse la gran oportunidad que supone el B2B. De hecho, su división para empresas ingresa 10.000 millones en volumen de ventas de los cuales la mitad es gestionado por terceros vendedores.
La mitad del negocio B2B de Amazon es gestionado por terceros
El alto porcentaje de ingresos llegados por parte de terceros habla justamente de esa relación de amor-odio que tiene el canal TI con Amazon. Mientras en ciertas ocasiones es un aliado, en otras se convierte en un enemigo al que retar con armas como el valor añadido o servicios locales.
No obstante, el gran poderío de Amazon en el entorno profesional se da, sobre todo, en Estados Unidos. Allí, cerca del 80% de las grandes empresas de educación, el 55 de las corporaciones del Fortune 55, la mitad de los 100 grandes hospitales y el 40% de los 100 mayores ayuntamientos utilizan esta vía de compra on-lien. En total, unos 150.000 negocios en el país oriundo que se suman a los cientos de miles de todo el mundo.
Es cierto que la venta on-line, en líneas generales, supone una pequeña parte del comercio total. Sin embargo, cada vez tiene más repercusión. Y es ahí donde debemos estar ya para aprovechar la oportunidad incipiente.
Aunque ya muchos mayoristas o fabricantes ya venden on-line, todavía es una vía que se resiste a tener una gran entrada en el canal TI. Los distribuidores más tradicionales dirigidos a las empresas están comenzando a entender que el comercio electrónico debe ser un camino más de venta que potenciar.
Así debemos prepararnos. No será suficiente con una plataforma a medida para vender sino también necesitaremos un personal capacitado para atender a este público profesional y una oferta adaptada con servicio que puedan ir más allá de la venta de un producto como tal.
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