Abrir nuevas fuentes de ingresos es un objetivo para muchos negocios. Sin embargo, disponer de ingresos recurrentes es fundamental para poder mantener cierta estabilidad y, con solo unos pequeños cambios en las estrategias de negocio, es posible conseguirlos.
A la hora de diseñar estrategias de negocio, uno de los problemas más comunes radica en los resultados. Conseguir nuevos clientes y abrir nuevas fuentes de ingresos resulta fundamental para cualquier negocio. No obstante, además de tener en mente esta necesidad de generar nuevos ingresos, es importante disponer de una serie de ingresos recurrentes.
Se trata de algo más más crucial en el caso de los proveedores de servicios gestionados ya que, por lo general, se centran más en los aspectos técnicos que en los resultados y se encuentran con el problema de traducir el valor de sus ofertas a los clientes, con lo que disminuyen sus ingresos recurrentes.
Un cambio de enfoque en la forma en la que paquetizan estos servicios y los precios que fijan puede suponer grandes cambios para sus negocios con importantes resultados.
Para evitar estos problemas a la hora de traducir el valor de las ofertas de servicios, es clave calcular el coste por usuario, o por licencia, y conseguir así maximizar el margen de beneficio.
Justificar el precio y el valor de una oferta de servicios no es una tarea fácil pero, si se establece ese control sobre el valor que tiene el servicio y se fija un coste por usuario o licencia, será más sencillo disponer de una oferta paquetizada que permita conseguir unos ingresos ajustados a los servicios que se ofrecen y que sean recurrentes en el tiempo.
Con estos pequeños cambios en el enfoque a la hora de paquetizar los servicios y fijar el precio de su oferta, los proveedores de servicios podrán experimentar grandes resultados en sus negocios aumentando sus márgenes de beneficios.