La semana pasada Microsoft anunció a través de un comunicado su blog de red de socios, la llegada de un reajuste de precios en sus productos y licencias, tanto en local como los basados en la nube, y que comenzarán a hacerse efectivos a partir del mes de octubre. Uno de los cambios más significativos ha sido Office 2019, cuyo precio han anunciado que aumentará hasta un 10 por ciento sobre los precios actuales.
Sin embargo, este paquete de aplicaciones no será el único componente que verá un aumento en su precio. La subida afectará también a las licencias para servidores, entre las que se incluyen Windows Server 2019 Standard Edition, y aquellos que Microsoft llama «servidores de productividad», que incluyen Exchange, SharePoint Server y Project Server.
Quizás aún más importante es el aumento en las CAL, las licencias de acceso de cliente requeridas para que los ordenadores personales se conecten y puedan acceder a la información en el software de los servidores de Microsoft. Si bien los precios de Enterprise CAL y Core CAL aumentarán un 10 por ciento, el RDS (Servicio de Escritorio Remoto) por Dispositivo CAL aumentará sin embargo un 30 por ciento.
Según afirma Microsoft este aumento es algo necesario «para hacer coincidir el precio por usuario».
Tal y como afirma Wes Miller, analista y experto en licencias Directions en Microsoft, estos aumentos forman parte de una estrategia más amplia: «Si sumas todos estos sucesos, y observas otros aumentos de precios que han sido vagamente anunciados, esto apunta claramente a alentar a los clientes que han evitado la licencia de Office 365, o ahora Microsoft 365, a …mirar nuevamente«.
Microsoft clasifica su software según cómo sus usuarios realicen el pago y la adquisición de los mismos, discriminando así entre las licencias perpetuas y las subscripciones. El término licencia perpetua se refiere a una licencia de software que se paga con una tarifa inicial única, o lo que es lo mismo, una licencia que no tiene fecha de vencimiento.
Los dos términos, aunque comúnmente vinculados, no son sinónimos, sino contrarios: la alternativa a una licencia perpetua es una suscripción, que se basa en el modelo de alquiler; de igual manera pasa con las instalaciones locales y las basadas en la nube, donde el software estaría realmente alojado en los servidores del proveedor de servicios, accediendo los usuarios de forma remota.
Microsoft ya ha publicado algunas versiones previas de Office 2019, tanto para Windows como para dispositivos macOS, y disponibles para sus clientes comerciales; y más recientemente, versiones beta de los servidores de Office, incluido Exchange 2019.
Por el momento Microsoft sólo ha adelantado que tanto la suite como los servidores se lanzarán durante este otoño, sin haber anunciado ninguna fecha específica, pero tras haberse fijado la entrada en vigor de este cambio de precios a partir del 1 de octubre, todo apunta a que los lanzamientos lleguen alrededor de esta fecha.