¿Se basa el éxito de los gigantes tecnológicos en la creación de tecnología propietaria? En gran parte, sí. Aunque sus ingresos principales no llegan por el desarrollo de esto, lo cierto es que promover y establecer nuevo hardware y software alrededor de su core hace que su cuenta de resultados se vea beneficiada por cuestiones intangible.
La creación de un entramado tecnológico propio es cada vez más común en una industria, sobre todo, en grandes corporaciones TI. Una tendencia que choca a su vez aboga con la estrategia de colaboración y externalización de ciertos procesos que llevan compañías de menor tamaño. Una paradoja que analizamos.
Si hace años los gigantes tecnológicas apostaban comprar tecnologías que no estuvieran en su core para uso interno, hace tiempo que la tendencia va por otro derrotero. Amazon, Google o Facebook no solo se dedican a investigar de puertas para fuera sino que desarrollan tecnologías de uso propio que gestionen su infraestructura o procesos internos.
James Bessen, economista de la Escuela de Derecho de la Universidad de Boston denomina a esta realidad con el concepto en inglés «IT Intensity». Un término que alude precisamente al incremento de la inversión en compañías estadounidenses en tecnologías propietarias como un proceso de blindaje hacia el exterior y motivación interna.
La idea ha ido ganando puntos desde 1985. Si en esa fecha se invertía en tecnología propia tan solo un 7% de los ingresos netos de las compañías estadounidenses, en 2016 los ratios estaban en un 24%. Un porcentaje que supone unos 250.000 millones de dólares en un solo año.
Si es que viendo esta estrategia más en detalle tiene todo su sentido en estas grandes compañías. Si Google se crea su propia infraestructura de gestión para un uso interno, nadie podrá reproducir ni copiar ese sistema. Sin embargo, si ese mismo sistema estuviera desarrollado por un tercero, la tecnología podría ser más fácilmente reproducida o copiada.
De este modo, los grandes actores de la industria TI apuestan por la Intensidad IT, por un lado, para motivar la innovación dentro de sus equipos de desarrollo; por otro, para blindarse frente a la competencia y crear una estructura acorazada de más valor, si cabe.
Pero la innovación tecnológica no siempre se queda en el interior de las grandes corporaciones. Estas a su vez apuestan por llegar a otros nichos donde poder colaborar con otros y demostrar su potencial TI.
Google avanza con sus coches autónomos, Facebook prepara el próximo altavoz inteligente mientras Amazon cuenta con su batallón de tablets y lectores de libros además de hacer brillar a Alexa. Son solo algunos de los infinitos ejemplos que nos encontramos a diario en este sentido.
Así, estas corporaciones no solo invierten en su núcleo para fortalecer su negocio sino que se apoyan en un concepto más amplio de innovación para elevar su éxito. Una fórmula que combina con la Intensidad IT y ayuda a elevar el éxito.
Imagen principal | Kevin Ku