La pérdida de interés que atraviesa el sector del minado de criptodivisas está afectando de forma amplia a los vendedores de tarjetas gráficas y a toda la cadena de suministros que está detrás, pero tampoco se han librado los vendedores de soluciones ASIC, que son un tipo de equipos específicamente construidos para ofrecer un alto rendimiento y una buena eficiencia única y exclusivamente en tareas de minado de criptodivisas.
Las consecuencias están siendo claras: los pedidos de tarjetas gráficas y de soluciones ASIC están bajando considerablemente y esto está generando una acumulación de stock de ambos tipos de productos que podría acabar siendo un problema para compañías del calibre de Bitmain, NVIDIA, AMD y sus correspondientes ensambladores: Asustek, GIGABYTE Technology, Micro-Star International (MSI) y TUL (entre otros).
Según las fuentes que apoyan esta información desde abril de 2017 hasta marzo de 2018 tanto las máquinas de minería Bitcoin basadas en ASIC como los dispositivos de minería Litecoin y Ethereum basados en GPUs llegaban en grandes cantidades pero no eran capaces de cubrir la demanda. La situación fue tal que permitió a Bitmain entrar en la lista de los diez clientes más importantes de TSMC.
Como anticipamos la situación ha cambiado totalmente y esto se está dejando notar. La compra de nuevas tarjetas gráficas se ha reducido de forma drástica y esto ha contribuido a generar una acumulación de stock que se ha traducido en una mayor disponibilidad y en normalización casi total de los precios de venta, ya que muchos de los modelos que se comercializan actualmente se encuentran en un nivel de precio igual o más bajo que el que tenían en el momento de su lanzamiento.
Es importante tener en cuenta que esa pérdida de interés hacia el minado de criptodivisas no se ha debido únicamente a las medidas que gobiernos de países como Estados Unidos, China y Corea han adoptado contra ellas por su valor como instrumento para llevar a cabo actividades delictivas, sino también al hecho de que las recompensas obtenidas (beneficios) al minar ha descendido notablemente y ha hecho que muchas «granjas» dedicadas a ello dejen de ser rentables.