Intel está acelerando el lanzamiento de las nuevas generaciones de procesamiento. Y lo siguiente tendrá relevancia en toda la industria y canal porque se trata de los procesadores de 10 nm, un gran salto en tecnologías de procesos de fabricación.
La semana pasada el retailer chino JD listó el que podría ser el primer equipo con un procesador de Intel bajo la arquitectura Cannon Lake y su novedad principal, su fabricación en 10 nanómetros. Pocos días después, Intel añadió a su catálogo el primer procesador de este tipo.
La mejora de los procesos tecnológicos de fabricación ha sido una constante en la industria. Intel saltó a los 14 nanómetros con la arquitectura Broadwell y los ha mantenido en Skylake, Kaby Lake y los recientes Coffee Lake. Sea por motivos técnicos o comerciales la firma no ha comercializado antes – como se esperaba- estos Cannon Lake de 10 nm. Parece que ha llegado el momento.
El salto a los 10 nm permitirá rebajar el tamaño y el consumo de los chips, manteniendo el rendimiento y abaratando costes de fabricación. Intel no parará ahí y sin fecha definida llegarán los 7 y 5 nanómetros, considerados el límite tecnológico. Intel está investigando en todo tipo de tecnologías y nuevos materiales, como el arseniuro de indio y galio, en procesos distintos del FinFET actual, nueva litografía y nuevos empaquetados 3D.
Aunque la comercialización masiva no se espera hasta 2019 Intel distribuirá antes algunos modelos. El primero podría ser el Lenovo IdeaPad 330, un portátil de consumo con pantalla de 15,6 pulgadas, gráfica Radeon RX y un procesador Core i3-8121U para el que Intel ha confirmado el salto en el proceso de fabricación.
Se espera que Intel presente sus primeros procesadores de 10 nm el mes próximo en la principal feria de Asia, Computex 2018.