Samsung Display se ha convertido en uno de los grandes socios de Apple y parece que la situación no va a cambiar ni a corto ni a medio plazo. Ya os contamos en su momento en este artículo que el gigante surcoreano fue el proveedor principal de paneles OLED para el iPhone X, y este año repetirá posición aunque tendrá un papel todavía más importante.
Se espera que en septiembre Apple anuncie dos nuevos iPhone con paneles OLED y uno más económico con un panel LCD IPS. Esto quiere decir que los de la manzana van a necesitar un mayor suministro de paneles OLED, y que van a tener una dependencia mucho mayor de Samsung Display.
Las últimas informaciones que hemos podido ver aseguran que Apple está negociando con Samsung Display para poder conseguir una reducción del precio de los paneles OLED. El objetivo de la primera es simple, reducir el coste de producción de sus smartphones basados en dicho tipo de paneles para poder bajar el precio de venta y mejorar las ventas.
Esta medida no ha sorprendido ni a la industria ni a los analistas, ya que el panel OLED representa aproximadamente un tercio del coste total de producción de un iPhone X y ha sido identificado como un factor clave que ha elevado su precio y ha afectado negativamente a sus ventas.
Echando un vistazo a la información vemos que la rebaja que quiere conseguir Apple por parte de la división de pantallas del gigante surcoreano no es muy abultada: de 110 dólares por panel OLED a 100 dólares por unidad, es decir quiere una bajada de 10 dólares. No es una cifra elevada, pero cuando la aplicamos a decenas de millones de unidades su impacto se deja notar. Habrá que esperar a ver si los de Cupertino logran salirse con la suya.
Según DigiTimes Apple compró a Samsung Display unos 50 millones de paneles OLED en 2017 y podría llegar a los 100 millones en 2018, una cifra que quedaría repartida en 25 millones para el iPhone X y 75 millones para sus dos nuevos terminales.