Apple estrenó el pasado año las pantallas OLED en el iPhone X y pretende seguir utilizándolas en la nueva generación de terminales iPhone 8, que llegarán en tres versiones distintas, según una nota a los inversores de Ming-Chi Kuo, analista de KGI Securities y especialista en Apple que suele acertar al adelantar las Cupertino.
La llegada de un iPhone 8 OLED fue adelantada por el presidente de Sharp, confirmando a la vez informaciones previas que llegaron desde Asia de la fortísima inversión que Samsung habría realizado en sus plantas de paneles OLED. Nada menos que 7.400 millones de dólares que habrían sido financiados en parte por Apple para garantizarse la entrega preferente de este tipo de pantallas.
Sin embargo, Apple quiere reducir la dependencia que al menos en pantallas tiene del que es su máximo competidor en smartphones y habría contratado a otros proveedores como LG Display. No parece que será posible y The Wall Street Journal adelanta que Samsung volverá a repetir como principal proveedor de paneles OLED ante los problemas de producción de LG.
Ello podría complicar la estrategia de lanzamiento de un iPhone «barato» al no poder abaratar el precio de las pantallas, el componente más caro en la fabricación de un terminal y que en el caso del iPhone X se eleva a 100 dólares por unidad.
Hace años que Apple “es una compañía de móviles”. La venta de iPhone supone un 65% de sus ingresos y mantener las cifras de negocio es -hoy por hoy- más importante que reducir la dependencia de Samsung. Lo mismo podemos decir de la firma surcoreana. Apple es el mayor comprador de componentes para smartphones y la firma quiere seguir como suministrador de privilegio, lo que le está reportando récord de beneficios y convertirse en la principal firma mundial en semiconductores.
Conocido lo anterior, Apple tendrá que seguir dependiendo de Samsung en los componentes más importantes de sus iPhones, como las pantallas y quizá, en la fabricación del SoC Apple A12 para el iPhone 9. Samsung tiene algunas de las plantas más avanzadas del planeta y pretende dar el salto a procesos tecnológicos de fabricación de 7 nanómetros.
Así se explica que Apple y Samsung aún siendo competidores, sean a la vez grandes socios cuya relación es hoy por hoy imprescindible para ambos.