Sólo Apple vendió más relojes inteligentes que la industria relojera suiza en el último trimestre de 2017, según un estudio de Canalys. Si sumamos los modelos Android la diferencia se dispara, confirmando la tendencia que apunta al mayor uso de smartwatches en detrimento de los modelos tradicionales.
Las ventas del Apple Watch en 2017 habrían superado las previsiones de los analistas. Según los datos, Apple habría vendido 18 millones de unidades para un incremento interanual del 54 por ciento para ofrecer, de paso, un impulso importante a los gadgets de vestir.
Ha habido que esperar dos generaciones hasta que el Apple Watch Series 3 haya mostrado las verdaderas posibilidades de estos modelos. Algo que se confirma en la tendencia de ventas desde el primer trimestre de 2016:
Como ha sucedido en otros sectores como el de cámaras o consolas portátiles castigados por el auge de los smartphones, la industria relojera suiza tiene un problema con los nuevos wearables.
La verdad es que la mayoría de usuarios no usamos ya relojes tradicionales y las ventas se resienten en todas las gamas de producto como muestran los datos de exportaciones:
No queda otra que subirse al carro y seguir estrategias como la Tag Heuer con su primer smartwatch denominado Connected Watch. Los fabricantes clásicos de relojes no son ajenos al interés de estos productos y están intentando tomar posiciones, en especial los que se mueven en el segmento del lujo. Quizá ya sea tarde porque Apple Watch ha tomado el control y la oferta bajo Android también es abundante.