Llevamos muchos años hablando de movilidad corporativa. Y aunque los smartphones ya son una herramienta de trabajo más, todavía estamos lejos de conseguir que hagan las veces de un PC. La ultramovilidad no es ni de lejos es una realidad cotidiana en las empresas españolas pero apunta a serlo debido a la necesidad de adaptación digital.
Un estudio de IDC, realizado en colaboración con Telefónica, confirma esa evolución. El 70% de las empresas españolas están pensando en la ultramovilidad. Los beneficios derivados de esta nueva realidad como la versatilidad, mejora del TCO, simplicidad de gestión, y aumento de eficiencia y seguridad.
Y es que los puestos de trabajo están cambiando. Las empresas españolas consultadas demandan que sus trabajadores puedan trabajar desde cualquier lugar (72,3%), acceder a la información en cualquier momento (60,9%) y contar con un entorno seguro (47,5%). Un ambiente para el que hace falta mucho más que el último smartphone o tablet.
El número de empresas que ven la movilidad como una parte integral de sus estrategias TIC aumenta progresivamente. De hecho, se espera que de los 8,7 millones de trabajadores móviles que había en España en 2016 se pase a 14 millones en 2020.
Este volumen de trabajadores adaptados a la ultramovilidad necesita una estrategia. Algo de lo que ya son conscientes el 68% de las empresas que ha implementado, está desarrollando o ha empezado a definir una estrategia de movilidad. En el 46% de los casos, este planteamiento es fruto de una decisión estratégica que afecta a toda la compañía.
«Cada vez son más las organizaciones que conocen cuál es el valor que la ultramovilidad y la virtualización del puesto de trabajo pueden aportar a su negocio a pesar de que el desconocimiento provoca que muchas organizaciones sigan sin aprovechar las ventajas de esta tecnología», declara Laura Castillo, analista de IDC España.
La ultramovilidad alcanza su máximo beneficio cuando se combina con otras estrategias corporativas como la virtualización o herramientas multisoporte. Un paso decisivo para alcanzar la madurez en materia de transformación digital.
En relación con los perfiles profesionales, las compañías han resaltado su utilidad de en perfiles comerciales (60,0%) y de directivos (55,0%), seguidos de la estructura (45,0%) y la fuerza de campo (31,3%).
Imagen | Olu Eletu