El mercado de los coches autónomos está empezando a mostrar síntomas de las posibilidades que ofrece para la industria tecnológica y también para el canal, pero los últimos informes que hemos tenido ocasión de ver sugieren que este sector experimentará un crecimiento que va más allá de lo que podíamos imaginar.
Según un informe de Intel se invertirán alrededor de 7 billones de dólares en la industria de los coches autónomos para 2050, una cifra verdaderamente mareante que confirma lo que hemos indicado en el párrafo anterior.
En dicho informe podemos leer textualmente:
«La tecnología de conducción autónoma permitirá una nueva Economía del Pasajero por valor de 7 billones de dólares, más que PIB proyectado para 2017 de Japón y Brasil juntos».
No hay duda de que este avance tendrá consecuencias positivas para una gran cantidad de sectores y de empresas, pero al mismo tiempo no podemos olvidarnos de aquellos que se ganan la vida al volante.
Es muy probable que durante las próximas décadas los empleos ocupados por conductores humanos vayan desapareciendo de forma gradual pero no se esfumarán de la noche a la mañana, sino que será un proceso largo que en cualquier caso no llegará a concluir en una extinción total.
Decimos esto porque habrá envíos y trabajos de transporte que por razones concretas seguirán requiriendo la presencia de un conductor humano por si ocurre alguna urgencia.
Volviendo al canal ya hemos visto que el avance hacia los coches autónomos demanda nuevos componentes y elementos como pantallas táctiles, materiales de protección y los correspondientes equipos centrales para el sostenimiento del sistema de conducción autónoma, así que su expansión supone una oportunidad clara.