Hablamos mucho de inteligencia artificial y cómo puede cambiar el futuro de los negocios. Sin embargo, es un porvenir que ya está integrado de una forma u otra en nuestras vidas. Una tecnología a la que le queda un largo recorrido pero que ya da síntomas de todo lo que puede aportar.
Como comentaba Cade Metz, reportero tecnológico de The Times en una entrevista para The New York Times «a diferencia la realidad artificial y virtual, la inteligencia artificial está cambiando el mundo diariamente de una forma real». Y es justo eso lo que queremos demostrar con estos cuatro ejemplos:
Hace unos meses que LinkedIn incorporó una nueva funcionalidad dentro de los mensajes de texto directamente relacionada con la inteligencia artificial. Los usuarios podían responder directamente con las propuestas que ofrecía el servicio. Una manera natural de agilizar las comunicaciones con mensajes tipo y coherentes como «Gracias» o «Estamos en contacto».
En las constantes innovaciones que se incluyen en la suite cloud de ofimática de Microsoft tiene mucho que decir la inteligencia artificial. Las últimas presentadas nos hablan de sugerencias para llegar a tiempo a una reunión previamente concertada en Outlook, explicaciones para entender los acrónimos utilizados en Word o aprendizaje automático de datos en Excel.
Debajo del asistentes para el hogar de Amazon se encuentra el sistema Alexa. Un complejo interfaz que gracias a la inteligencia artificial es capaz de comprender determinadas pautas de los usuarios e incluso recomendar, basado en sus gustos, canciones, compras o otras informaciones.
Y es que el corazón de Amazon Echo no solo está ahí. El sistema cada vez se integra en más productos de la casa para expandir esa experiencia inteligente a cualquier rincón de la casa. Pero el gigante quiere más. Prueba de ello es la reciente alianza firmada con Intel que busca llegar a más terceros o el interés de Seat por esta tecnología.
Al igual que muchas otras grandes, Google está impulsando la inteligencia artificial desde diferentes perspectivas hasta tal punto que su CEO en el último I/O definió la compañía como «AI first». Un mensaje que lleva a sus servicios ofreciendo, por ejemplo, referencias relacionadas dentro de su servicio de búsqueda de imágenes. Un aspecto que hace más funcional la herramienta pero que también le llevó a problemas cuando equivocó gorilas con personas de raza negra.
Apartado especial para Google Assistant como el máximo exponente. Su asistente virtual, integrado en productos de Sony y todavía con bastantes limitaciones, propone un compañero tecnológico para cubrir necesidades del usuario tanto en el móvil como en el escritorio.
Aunque anteriormente ya hemos hablado de Alexa que podría englobarse en esta categoría, realmente le hemos querido dar una consideración especial ya que por el momento es el más avanzado y evolucionado.
No obstante, no nos olvidamos de otros asistentes virtuales que desde Apple o Microsoft se están implantando. Siri o Cortana, respectivamente, exploran las lindezas de la inteligencia artificial para convertirse en un acompañante y asesor del usuario.