La fragmentación de Android sigue aumentando a medida que Google publica nuevas versiones del sistema y los fabricantes no entregan las actualizaciones en un tiempo razonable. En otras ocasiones, ni siquieran actualizan a las últimas versiones lo que desespera a los usuarios que se encuentran con terminales obsoletos en el apartado del software en muy poco tiempo.
El lanzamiento de Android 8 (Android O ‘Oreo’) ha vuelto a poner sobre el tapete la fragmentación de Android, junto a los aspectos de la seguridad, el mayor problema del sistema que monopoliza la movilidad mundial y que esta año venderá cerca de 1.500 millones de unidades.
Las últimas estadísticas oficiales asignan un exiguo 0,5 por ciento de cuota de mercado a Android 8.0. La problemática se acumula porque solo el 23% tiene la penúltima versión, Android 7. Plataformas tan antiguas (hablando de tiempo tecnológico) como Android 5 y Android 4 suman casi la mitad de todos los dispositivos instalados.
¿Tiene solución la fragmentación de Android?
El dato contrasta con los grandes niveles de actualización a las últimas versiones que ofrece su rival directo, iOS, con la última versión iOS 11 gobernando más del 50% de iPhone e iPads en el mismo tiempo de vida que Android 8.
Aunque la situación es muy distinta porque Apple controla toda su plataforma, mientras que en Android trabajan un montón de fabricantes además de Google, es una cuestión a mejorar con la entrega de actualizaciones mucho más rápidamente en cuanto Google libere nuevas versiones, porque es abismal la situación de una y otra.
La situación requiere que los fabricantes de Android entreguen las actualizaciones a las nuevas versiones y lo hagan de una manera mucho más rápida, en un tiempo razonable en cuanto Google libere nuevas versiones.
Pensar más en el soporte al cliente que en las necesidades comerciales de vender terminales casi año a año, sería una buena manera de no matar la gallina de los huevos de oro. Y una forma de ofrecer valor a su marcas y diferenciación positiva para los fabricantes que apuesten por las actualizaciones de software.
Algunos usuarios creen que debería ser el mismo Google quien lo hiciera directamente, pero es una misión imposible ante tanta diversidad de marcas, modelos, interfaces de usuario y apps que ofrece Android.