El sector dedicado a la electrónica del automóvil está atravesando un buen momento gracias a la creciente integración que se ha producido entre la mecánica y la tecnología, un dúo que ha hecho posible la llegada de lo que se conoce como coches inteligentes.
Es un mercado con potencial como hemos visto en noticias como esta, donde hablamos del crecimiento de los suministros de pantallas táctiles para coches, pero el mercado de electrónica del automóvil no se limita a dicho componente.
Mientras que los resultados del mercado de la informática de consumo (PCs, portátiles y tablets) se mantiene estática o sufre pequeños retrocesos la electrónica del automóvil tiene unas perspectivas muy positivas.
Según IC Insights se espera que dicho sector mantenga una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 5,4% desde 2016 hasta 2021, una cifra que es la más alta entre las seis principales categorías de sistemas de uso final (o comercial).
La electrónica automotriz está creciendo por una razón muy sencilla, la ampliación de las tecnologías disponibles en los coches de gama media y gama básica. Esa expansión hace que la misma deje de ser algo exclusivo en coches de gama alta.
Los proveedores de semiconductores tienen motivos para estar contentos ya que se requieren circuitos integrados analógicos, MCU y una gran cantidad de sensores para muchos de estos sistemas de electrónica del automóvil según indicó IC Insights.
Se espera que el segmento automotriz represente aproximadamente el 9,1% del mercado de sistemas electrónicos en todo el mundo en 2017 (1.490 millones de dólares), lo que supondrá un ligero aumento desde el 8,9% obtenido en 2015 y el 9% de 2016.