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Intel y AMD forman una sociedad insólita contra NVIDIA

Intel y AMD están desarrollando conjuntamente un chip destinado al mercado de ordenadores portátiles, que sumaría una CPU Core, una GPU Radeon y memoria de nueva generación, HBM2.

La sociedad de Intel y AMD (enemigos naturales desde hace cuatro décadas y con momentos de rivalidad verdaderamente amargos) puede avanzar cambios en el mercado tecnológico si se mantiene y extiende, y sólo puede explicarse por la presencia de un enemigo común que en los últimos años se ha convertido en un actor poderoso: NVIDIA.

NVIDIA domina por amplia distancia la venta de tarjetas gráficas dedicadas para consumo y monopoliza las dedicadas a estaciones de trabajo profesionales. Además, en los últimos años ha realizado importantes inversiones para evolucionar toda la pila de cómputo y poder ofrecer soluciones en HPC y centro de datos donde cada vez tiene más relevancia las GPUs  frente a las CPUs, cuyo segmento domina Intel.

El gigante verde también tiene cada vez más presencia en campos avanzados como inteligencia artificial y aprendizaje profundo, Realidad Virtual. o automoción. Si unimos esta rivalidad a una enemistad que viene de lejos (Intel se vio obligada a firmar un acuerdo de patentes cruzadas por el que paga 1.500 millones de dólares a NVIDIA para poner fin a una larga disputa legal), podremos extender este acuerdo que cumple el dicho que «el enemigo de mi enemigo es mi amigo».

Intel y AMD – Win to Win

Con esta situación, hace tiempo que se rumoreaba una sociedad de algún tipo entre Intel y AMD y a comienzos de año se especuló con la firma de un acuerdo de licencias para el uso de tecnología gráfica Radeon. Un rumor que se ha convertido en noticia tras la confirmación por AMD de un proyecto sumamente interesante.

Se trataría de una solución SiP (System in a Package) basado en EMIB (Embedded Multi-die Interconnect Bridge). que combinaría una CPU Core, una GPU Radeon y memoria de nueva generación, HBM2. El chip incluiría gráficos Vega, pero todo lo demás sería responsabilidad de Intel (incluido el software), fabricándose sobre la base de los procesadores de octava generación Core. Su destino sería el mercado de los ordenadores portátiles donde la presencia de gráficas NVIDIA es masiva en los modelos que necesitan gráfica dedicada.

Una solución a medida en las que se está especializando AMD como hemos visto en los chips semi-personalizados que motorizan las consolas Xbox One y Playstation 4. Obviamente, para AMD, el acuerdo con Intel supone unos ingresos muy bienvenidos en una época de vacas flacas que parece no logra remontar a pesar de sus últimas novedades.

Para Intel, supone frenar a NVIDIA, ganar mercado en el cada vez más importante subsistema gráfico y ofrecer una solución potente para el segmento de ordenadores portátiles ultraligeros.

Intel y ARM

La sociedad con AMD no ha sido la única relevante para comenzar la semana y hemos conocido otra también de trascendencia que afecta a ARM y donde se cumple el dicho de “si no puedes con tu enemigo únete a él”.

Hace tiempo que Intel cuenta con licencias ARM y piensa aprovecharlas. Los primeros chips ARM de Intel podrían llegar a finales de año, según la exposición realizada por el gigante del chip en la reciente conferencia ARM Tech Con 2017. El desarrollo más interesante de los anunciados es un SoC fabricado en procesos tecnológicos de 10 nanómetros usando la próxima generación del Cortex-A de ARM, ejecutándose a frecuencias de 3,5 GHz y con un consumo contenido en 0,25 mW/MHz.

Un ejemplo de cooperación entre rivales con ventajas para ambos. Intel aprovechará toda la capacidad de sus fábricas más avanzadas para competir con Qualcomm y Samsung, y también con foundries como TSMC. Desconocemos el alcance de estos chips ARM de Intel y si se limitarán a fabricación bajo pedido de otros fabricantes.

Al igual que la sociedad con AMD se trata de un movimiento desconocido e inusual de Intel, que puede tener trascendencia en el mercado tecnológico-