Aunque a España llegó el año pasado, hace 3 años que se ponía en marcha Apple Pay. El sistema de pagos móviles de la casa de Cupertino prometía ser una solución que revolucionaría los métodos de pago en las tiendas físicas. Un cambio radical, que a tres años vista, todavía no ha llegado pero que si ha conseguido otros grandes cambios en el sector.
Las cifras de adopción hablan por si solas. Aunque Apple confiesa que prácticamente todo aquel que hace un pago NFC utiliza el servicio, la realidad pone de manifiesto que el uso por parte de los consumidores es más bien bajo. Tan solo el 27% de los propietarios de un iPhone han usado alguna vez Apple Pay y un reducido 8% lo hace de forma semanal, según la consultora First Annapolis.
Solo el 27% de los propietarios de un iPhone han usado Apple Pay
Llevamos muchos años hablando de pagos móviles y cómo estos pueden cambiar las relaciones entre consumidores y vendedores, agilizar las transacciones y ofrecer experiencias más enriquecedoras.
A falta de datos nacionales, recurrimos a los del territorio americano donde todo va más rápido y que marca tendencia. Y es ahí donde se puede observar que todavía los pagos móviles son una realidad menor.
Si bien es cierto que Apple se ha convertido en el método de pago móvil más aceptado en Estados Unidos, todavía sus niveles de adopción son bajos. Un gráfico de Statista, que destaca Business Insider, revela que tan solo el 36% de los vendedores del país aceptan Apple Pay. Aún así el 22% prevé implantarlo en menos de 12 menos y 11% lo hará antes de 3 años.
Los datos son peores para el resto de fórmulas de pago. Mientras el 34% permiten PayPal, tan solo el 25% se decanta por la opción de Mastercard, el 24% por lo que propone Google con Android Pay. A partir de ahí, Visa Checkout, Samsung Pay y Chase Pay bajan los niveles al 20, 18 y 11%, respectivamente.
De hecho, Apple Pay se atribuye el 90% de las transacciones vía NFC. Una cifra que por si sola no representa demasiado si tenemos en cuenta la escasa penetración de esta tecnología en países como España. Aún así, el sistema de los de manzana ha conseguido expandirse a 20 países, algunos con un aterrizaje muy reciente, y se ha aliado de más de 4.000 entidades financieras diferentes.
Los números relevan que los pagos móviles no han conseguido la esperada revolución ni en el país más avanzado, tecnológicamente hablando. Si bien es cierto que son un sector que interesa, necesita seguir siendo impulsado no solo por los propios proveedores sino también por las acuerdos con entidades financieras y tiendas que le darán el verdadero impulso. ¿Conseguirán aupar las cifras?
