La compañía japonesa está atravesando una etapa muy complicada. Tras la quiebra de su división dedicada a la energía nuclear ha tenido que hacer malabares para salir adelante, y los 8.750 millones de dólares (7.404 millones de euros) en pérdidas que registró en 2016 dan fe de ello.
Hablamos de las pérdidas de la empresa en 2016 porque con la convulsa situación que ha vivido su informe de resultados anuales ha llegado tarde, y encima ha vuelto a generar un gran malestar entre los accionistas y la cúpula ejecutiva de Toshiba.
La compañía se ha salvado por muy poco de ser expulsada de la bolsa de Tokio, pero el proceso de reestructuración que enfrenta tras la quiebra de Westinghouse Ellectric, el caso de fraude contable que sacudió los cimientos de la empresa y la multa de 55 millones de euros que recibió la han puesto contra las cuerdas.
Es importante recordar que el año fiscal que ha presentado Toshiba terminó en marzo de 2017, lo que significa que llega con tres meses de retraso y que esos 8.750 millones de dólares en pérdidas se produjeron el periodo de 12 meses que va desde dicho mes hasta marzo de 2016.
La firma japonesa tiene hasta 2018 para resolver sus problemas si no quiere quedar fuera de la bolsa de Tokio, un plazo que podría ser insuficiente si Toshiba no logra colocar su división de semiconductores, la única que hoy por hoy sigue generando interés.
Repasando el resto de datos que han presentado en sus resultados nos encontramos también con un patrimonio neto negativo de 4.277 millones de euros y una caída en ventas del 5,5%, que quedaron en 37.693 millones de euros.