Fuentes dentro de la industria tecnológica están convencidas de que los kits autónomos contribuirán a acelerar el desarrollo y a mejorar el mercado global de soluciones de realidad virtual, un sector lleno de posibilidades que no ha terminado de despegar.
Hasta ahora se creía que harían falta entre dos y tres años para que el mercado de la realidad virtual experimentara un crecimiento importante, pero tras el anuncio de kits autónomos como el HTC Vive Standalone las previsiones han cambiado totalmente.
Ahora no sólo se espera que ese despegue se produzca mucho antes, sino que la industria también cree que se producirán bajadas de precio en los Oculus Rift, HTC Vive y PSVR antes de lo previsto.
Es evidente que eso sería muy positivo para el mercado, ya que los consumidores tendrían más opciones entre las que elegir y además podrían conseguirlas a un precio mucho más bajo. Por otro lado al haber más ktis de realidad virtual en el mercado habría más demanda de contenidos y eso atraería a los desarrolladores que crearían más y mejores contenidos.
Al haber más contenidos la realidad virtual sería cada vez más atractiva y la demanda de kits seguiría creciendo de forma sostenida. Como vemos al final todo es una cadena de causa y efecto.
Por su parte Oculus también está trabajando en una versión autónoma del Rift, que en principio debería seguir las mismas pautas que hemos visto en el HTC Vive Standalone. Esto quiere decir que lo más probable es que utilice el mismo SoC Snapdragon 835.
No tenemos información sobre los precios de venta de ambos kits, pero las fuentes están convencidas de que si ambos no llegan al mercado demasiado tarde podrían elevar los suministros totales a 10 millones de unidades en 2017, una cifra muy superior a los resultados de 2016 que rondaron los 4-5 millones.