Samsung habría llegado a un acuerdo con Apple para fabricar el chipset móvil (Apple A12), destinado a motorizar el iPhone 9, según adelanta el medio surcoreano, The Korea Herald.
Apple y Samsung mantienen una relación curiosa desde hace años. Por un lado, Samsung es el mayor competidor de Apple en venta de smartphones, y al tiempo, es su mayor proveedor de componentes para fabricar dichos terminales.
Ni siquiera en los peores tiempos de relación, cuando libraron una brutal guerra mediática y judicial por patentes, Apple y Samsung se separaron totalmente. Apple «cortó el grifo» a Samsung encargando la fabricación de los motores SoC a la foundry TSMC en las últimas generaciones de iPhone, pero no encontró suficientes alternativas en pantallas, memorias o almacenamiento, otros componentes clave para los dispositivos Apple.
Apple y Samsung se retroalimentan
La explicación es sencilla, se necesitan mutuamente. Hace años que Apple «es una compañía de móviles». La venta de iPhone supone un 60% de sus ingresos y mantener las cifras de negocio es -hoy- más importante que reducir la dependencia de Samsung.
Lo mismo podemos decir de la firma surcoreana. Apple es el mayor comprador de componentes para smartphones y la firma quiere seguir como suministrador de privilegio, lo que en el último trimestre le reportó un impresionante récord de beneficios, a pesar de vender menos smartphones.
Dicho lo anterior, no extraña el acuerdo de Apple con Samsung para recuperarlo en la fabricación del SoC Apple A12 para el iPhone 9, como indican desde Corea del Sur. Samsung tiene algunas de las plantas más avanzadas del planeta y pretende dar el salto a procesos tecnológicos de fabricación de 7 nanómetros.
Y no olvidemos los rumores fundados de utilización de los paneles OLED de Samsung en el iPhone 8. Apple reemplazaría así los paneles de cristal líquido LCD que lleva utilizando desde el iPhone original por paneles basados en diodos orgánicos de emisión de luz, la tecnología que apunta a implantarse en las próximas generaciones de pantallas de visualización en buen número de productos
El suministrador principal sería -cómo no- Samsung, después de una fortísima inversión que habría realizado en sus plantas de paneles OLED. Nada menos que 7.400 millones de dólares que habrían sido financiados en parte por Apple para garantizarse la entrega preferente de este tipo de pantallas.
Así se explica que Apple y Samsung aún siendo competidores, sean a la vez grandes socios cuya relación es hoy por hoy imprescindible para ambos.