Wannacry y Petya han demostrado las todavía muchas vulnerabilidades que hay en las grandes empresas españolas y de todo el mundo. Unos ciberataques globales que cada vez serán más comunes y destructivos. De hecho, se espera que las inversiones en este nicho crezca a la vez que los costes para las aseguradoras cibernéticas.
El cálculo de lo que se podría generar en este negocio para las aseguradoras lo hace Graeme Newman, CIO de CFC Underwriting, una compañía especializada en este segmento. El responsable tecnológico, entrevistado por Bloomberg, considera que «en los próximos meses es muy probable que se vean amenazas a las aseguradoras. Combinando el alcance del Wannacry y la fuerza destructiva de Petya se podría forzar a unos costes de 2.200 millones de euros«.
El nivel de potencia de los últimos grandes ataques demuestra la preparación y posibilidades del cibercrimen. Unas amenazas que afectaron en su mayoría a países europeos, dejando fuera a Estados Unidos donde se aglutina un alto porcentaje de la fuerza aseguradora del mundo.
La fuerza de los cibercriminales no solo aumenta rápidamente sino que además se enfoca en los segmentos donde puede sacar más rentabilidad. Es ahí donde la aseguradoras están centrándose para aprovechar la oportunidad y evitar que a las compañías les pille por sorpresa este tipo de amenazas.
Además del sector de la aseguradoras, el mercado de la ciberseguridad está viviendo su época de esplendor. Las acciones de los malos hacen que las organizaciones se sensibilicen más e inviertan en el sector. No en vano los partners dedican cada vez más tiempo a esta área que en Europa crecerá un 16% en 2018.