El regulador de telecomunicaciones canadiense, CRTC, ha emitido una norma para prohibir la venta de smartphones bloqueados, una técnica que utilizan las operadoras de telecomunicaciones de medio mundo y que limita la competencia.
La norma entrará en vigor el 1 de diciembre y obligará a las operadoras a vender terminales móviles desbloqueados. A los ISP y a todo el canal que venda terminales junto al contrato de alguna teleco.
Las operadoras tampoco podrán cobrar la llamada «tasa de desbloqueo». Una polémica tarifa de 50 dólares canadienses que las operadoras cobran para desbloquear los terminales para uso con otras ISP y que incluso se mantiene cuando el cliente ya ha pagado la totalidad del terminal y ha acabado con el habitual periodo de permanencia que exigen la mayoría de contratos.
Organizaciones de consumo han aplaudido la nueva norma. «Esencialmente, un teléfono bloqueado ha atado a los consumidores a su proveedor de servicios… Ahora va a ser mucho más flexible saltar de un contrato a otro y de una operado a otra, lo que probablemente provocará una mayor competencia«.
Bloqueo y permanencia han sido santo y seña de la industria del móvil desde que Apple con el lanzamiento del primer iPhone que revolucionó el mercado, lo estrenó en Estados Unidos bloqueado y exclusivamente bajo contrato de la operadora AT&T, limitando las opciones del consumidor y también las del canal.
Afortunadamente, pasado una década de este lanzamiento la situación ha cambiado y el sector ha ganado en flexibilidad en muchos países mejorando la competencia y las alternativas para consumidores y canal. Todavía queda mucho por hacer, pero nuevas tecnologías como eSIM prometen iniciar una nueva era en telecomunicaciones.
eSIM es una tarjeta virtual, un chip embebido estándar programable que permitirá muchísimas posibilidades frente a la SIM, la tarjeta desmontable obligatoria en redes GSM que almacena la clave segura para identificarse ante la red y acceder a servicios de telecomunicaciones. Entre sus ventajas, destaca la posibilidad de cambiar de plan u operadora en un tiempo mínimo y sin costes. Teóricamente, porque tenemos que esperar a su aplicación que esperamos masiva en la próxima década.