La industria TI generó el pasado 2016 un volumen de negocio de 23.441 millones de euros, 3,3% más que en 2015. Una cifra que crece hasta los 42.300 millones de euros si contamos todo el sector digital. Esto representa el 5,2% del PIB de España. Una potencia que utilizan todas las empresas, ya sean públicas o privadas, hablando de digitalización o transformación digital. Sin embargo, ¿hay un apoyo real al impulso del Investigación, Desarrollo e innovación? ¿Qué supone realmente?
Hace tiempo que la tecnología dejó de ser el uso puro de ordenadores o programas informáticos. La democratización de las herramientas ha hecho que los cimientos de sectores tan clásicos y estancados como las finanzas se hayan removido. Todo ello gracias a la innovación de pequeñas empresas que han reformulado la manera de ver los negocios.
Detrás de la innovación en muchos casos están las start-ups: empresas nacidas en los últimos años con un componente tecnológico importante. En España se calcula que el pasado año había 2.663 compañías catalogadas como start-ups en 2016, un 1% más que en 2015. Un ecosistema promovido por los emprendedores, el 5,7% de la actividad empresarial de nuestro país, según el Observatorio de Emprendimiento.
El interés por la innovación por parte de las empresas no es baladí. La oportunidad que han dejado las grandes compañías, incapaces en muchos casos de transformarse tan rápido como el mercado requiere, ha propiciado este panorama.
I+D+i, ¿apoyado públicamente?
En los últimos tiempos hemos avanzado en materia de innovación. Un avance muy cauteloso pese que los políticos y organismos públicos se llenen la boca con grandes mensajes de digitalización o incluso, se haya creado un Ministerio con el apellido Agenda Digital llevando al primer nivel de importancia el I+D+i. No obstante, la realidad nos arroja otra visión.
Por un lado, nos encontramos con las cifras de la Política de Gasto de Investigación, Desarrollo e Innovación publicadas en el Plan de Presupuestos Generales del Estado 2017, donde vemos que la partida solo crece un 1,1%. De los 6429,6 millones de euros destinados en 2016 a los 6501 millones de euros de 2017. Una subida muy lejana al 4,1% previsto y que como denuncia la AMETIC está por debajo del crecimiento esperado del PIB (2,5%) o la tasa de inflación que maneja el Gobierno para 2017 (1,5%).
La partida de I+D+i se incrementará tan solo 1,1%
La cantidad aportada al I+D+i no solo ha crecido de forma más moderada en los presupuestos de este año sino que además su tendencia va a la baja. Lo asegura un estudio de BBVA y el Instituto Valenciano que corrobora que desde 2009 la inversión ha caído hasta suponer el 1,22% del PIB en 2015. El nivel para ese año es similar al que invertía en 2007, justo cuando comenzó la crisis.
Además, el gasto de I+D es superior en la parte privada: el 53% llega desde las empresas que también rebajaron la inversión un 8,3% en los años de la crisis. El porcentaje restante viene de la administración y educación que descendió el gasto un 15% entre los años 2010 y 2014. A partir de 2015, el índice se incrementó hasta los valores actuales.
Por otra parte, nos encontramos con el apoyo real de las instituciones. El pasado DES17, celebrado la semana pasada, confirmó la inauguración y apoyo de Manuela Carmena, Alcadesa de Madrid, que sin previo aviso no acudió a la cita. Un fuerte desplante para la cita que aspira a ser la referencia tecnológica en la capital. Pero no es la única. Los organizadores de @asLAN, otro de los eventos madrileños que sigue creciendo en reconocimiento por parte de la industria tecnológica, confirmó también que no han conseguido apoyo de la administración pública para abrir la feria. No pasa lo mismo con otras celebraciones como el MWC pero es que ahí realmente estamos hablando de otro nivel.
Si bien es cierto que la inversión de I+D+i ha cambiado la tendencia, todavía las partidas crecen a un ritmo mucho menor que el de la economía y más bajo que el de la tecnología donde se basa principalmente la innovación. La ausencia del apoyo oficial tampoco ayuda a ver el vaso medio lleno. Así, todo esto nos hace pensar que los mensajes de digitalización importan más de cara a la galería que de forma real. ¿Qué opinas?
