Samsung ha vendido 55 millones de unidades de los Galaxy S7 y Galaxy S7 edge, los tope de gama del catálogo de smartphones de la firma surcoreana hasta el lanzamiento del Galaxy S8.
Los Galaxy S7 fueron los responsables de soportar las pérdidas financieras e imagen de marca que sufrió Samsung con el desastre del Note 7. Y por los datos de Strategic Analytics lo hicieron bastante bien teniendo en cuanta la situación.
Y no solo el año pasado. Samsung habría vendido 7,2 millones de unidades de Galaxy S7 en el primer trimestre de 2017, lo que significa que todos esos usuarios decidieron no esperar al lanzamiento de los nuevos Galaxy S8.
El motivo principal habría sido el ajuste de precio y las promociones que implementó Samsung, habituales para no frenar las ventas antes del lanzamiento de nuevos modelos.
Aunque la división de móviles de Samsung registró ligeras pérdidas en el primer trimestre, la compañía sigue liderando el sector y los primeros datos de venta del Galaxy S8 apuntan a una recuperación del gigante surcoreano.