Al estilo de las Spectacles de Snapchat -aunque con fines diferentes-, Visa quiere dar más vida a objetos cotidianos como las gafas de sol. El gigante de las tarjetas ha presentado un prototipo con el que directamente se pueden realizar pagos. Un proyecto que traza la estrategia de la corporación en materia de métodos de pago.
Las gafas de sol en cuestión, presentadas en eventos de Estados Unidos y Australia, son de la marca Ray-Ban. Un modelo que no se diferenciaría en nada del resto sino fuera porque integra un chip con conexión NFC. Gracias a esta tecnología se conecta con el terminal de venta sin necesidad de tarjetas ni otros dispositivos.
Chris Curtain, director de marketing de innovación de Visa añadía sobre la visión de la compañía en este entorno de pagos conectados:
«Se liga a nuestro lema de en cualquier lugar lo que quieras. Nuestra estrategia es tomar objetos que no se plantean como métodos de pago como las gafas de sol o quizás otros como reloj que algún día podrán serlo».
De hecho, las gafas mostradas son solo un prueba de lo que se puede hacer. Estas no están disponibles para el público general sino que Visa las está probando con determinados bancos y marcas. Entre ellas, el gigante Costco incluido en su programa de testeo.
Gafas, zapatos y mucho más
Visa no es el único que está conectado objetos del día a día. Hemos visto zapatos con los que pedir pizzas, wearables para acabar compras o anillos con los que pagar como los propuestos por Mastercard. Aunque con menos éxito, también las redes sociales han lanzado sus fórmulas de pago. Ideas que de momentos son poco más que prototipos pero que apuntan a un futuro donde llevar dinero en metálico o tarjetas pronto será cosa del pasado.
Y es que ya no solo hablamos de pagos móviles sino de pagos con cualquier cosa en la que se pueda conectar. El auge del Internet de las cosas va en paralelo con la evolución de los métodos para realizar compras y es ahí donde el trabajo todavía está en sus inicios.
Sin embargo, aún quedan muchos retos por delante. El primero y más importante es conseguir que estos artículos con los que pagaremos estén suficientemente securizados. El segundo, que los consumidores quieran hacer que sus joyas o gafas se conviertan en un monedero más. Y el tercero pero no menos importante, que los vendedores acoplen sus sistemas y rutinas de pago a esta situación.
Imagen | Brett Costello