Consultoras como IDC o Gartner calculan que entre el 1 y 3% de los gastos de una empresa son generados por la impresión. Sin embargo, esta cifra puede variar al alza o la baja dependiendo del tipo de compañía, sus hábitos a la hora de imprimir y, sobre todo, su decisión a la hora de adquirir un equipo de impresión y sus consumibles.
Para poder hacer un cálculo aproximado de los costes totales de impresión de una empresa es necesario realizar una serie de preguntas. Cuestiones que nos acerquen al equipo que más se ajuste a los requisitos del cliente.
¿Cuánto se imprime al mes? La primera y principal cuestión a plantearse. Un interrogante que puede ser complicado de determinar, pero que nos ayudará a decantarnos por una u otra opción. Un equipo más económico suele incluir y utilizar consumibles de menor capacidad, mientras que los equipos de mayor valor ofrecen una capacidad mayor en cada uno de sus cartuchos; traduciéndose en un coste por página mucho más bajo.
¿Cuánto imprimimos? ¿En qué formato y color?
En segundo lugar, debemos valorar el tipo de impresión: ¿Color o blanco y negro? ¿Formato? ¿Uso desde dispositivos móviles? Las respuestas nos acercarán aún más a la tipología de equipo de impresión que la empresa necesita. Así se pueden descartar alternativas con prestaciones por encima de las necesidades de la empresa o añadir funcionalidades que mejoren la productividad.
Es cierto que no siempre es fácil responder a estas preguntas, sobre todo, cuando no hay control de impresión en la empresa. Sin embargo, cuántos más datos se consigan, más fácil será la toma de decisión y mayor el potencial de ahorro.
Además, hay que tener en cuenta que ciertas características de los equipos ayudan a bajar los costes de impresión. Por ejemplo la impresión en dúplex para ahorrar papel o la posibilidad de utilizar consumibles de larga duración, que normalmente permiten un mejor coste por página impresa.
Imprimir a bajo coste
El deseo de cualquier empresa es poder imprimir mucho a un coste bajo. Un reto que es posible, si como decíamos, se escoge el equipo con sus respectivos consumibles adecuados a las necesidades de la compañía.
En definitiva, el truco para imprimir a bajo coste está en conseguir el equilibrio entre el precio de adquisición del equipo (coste fijo) y sus consumibles (coste variable), combinando ambas variables de la mejor manera se obtiene el coste total de propiedad óptimo.
Para conseguir este ahorro en el coste de propiedad de un equipo, Brother dispone de una amplia gama de equipos láser monocromo profesional que permiten ajustarse a las especificidades de cada cliente. Para grupos de trabajo con volúmenes de impresión altos (por encima de las 2.000 páginas mes), Brother propone impresoras y equipos multifunción de la serie L6000, que combinan un alto rendimiento con un bajo coste por página impresa. Si el volumen de impresión es algo más bajo, los equipos de la serie L5000 son los que posibilitan el mejor coste total de propiedad.
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