Las conversaciones entre los proveedores y Apple parecen ser una realidad. Al menos a esto apunta la información de Bloomberg que asegura que la corporación está preparando lo que podrían ser las siguientes gafas de realidad aumentada. Un dispositivo que lejos de estar cerca de salir al mercado, se podría retrasar hasta 2018. ¿Demasiado tarde?
El prototipo de gafas de realidad aumentada al que se apunta estaría conectado por Wi-Fi a un iPhone. Desde este se podría suministrar información que se reflejaría en el dispositivo, al igual que hace el Apple Watch. La idea parece muy similar a la que planteó Google con sus gafas que no fueron precisamente un éxito, pese a lo revolucionario del producto en su momento.
Por el momento, Apple no ha firmado acuerdos con ningún proveedor. No obstante, parece que si está haciendo testeos con pequeñas pantallas que se podrían en los ojos. De ahí, los de Cupertino tomarían la decisión de continuar, estancar o cancelar definitivamente un proyecto que todavía está en pañales.
Tim Cook ya reveló hace unos meses su interés por la realidad aumentada por encima de la virtual, más de moda y donde el fabricante ya tiene un modelo de bajo coste. El directivo comentó que esta tecnología era un reto al que la corporación quería acercarse. Justo la aproximación que parece que está comenzando y donde Apple considera que hay grandes oportunidades comerciales.
¿Tarde o en el justo momento?
Hace unas décadas, Apple se convirtió en el líder de varias revoluciones tecnológicas. El iPod o el iPhone marcaron una época de cambio. Sin embargo, sin Steve Jobs, todo cambio.
La nueva era ha dado lugar a una corporación que va más a la zaga de las innovaciones demostrando que todavía tiene mucho que decir en la industria pero sin ser el primero. Justo es lo que pasó con el Apple Watch que llegó cuando los wearables ya eran una realidad prometedora. Su producto, muy esperado, se ha quedado en un líder de ventas pobre pero líder al fin y al cabo.
Y ahora es justo lo que parece que podría pasar con las gafas de realidad virtual. De confirmarse su llegada en 2018, estaríamos hablando de un dispositivo que llega cuatro años después del lanzamiento de las Google Glass. Poco tiempo real pero mucho espacio tecnológico. ¿Será tarde para entonces? o por lo contrario, ¿Será el tiempo preciso para dar el valor que esta tecnología necesita?