La retirada del mercado del smartphone Galaxy Note 7, comienza a pasar a Samsung el peaje financiero que pronosticaban los analistas, reflejado en los resultados trimestrales que acaba de presentar la firma surcoreana.
Samsung redujo el beneficio operativo en un 29,6 por ciento en el trimestre de julio a septiembre, hasta 4.190 millones de dólares. También cayeron los ingresos globales, un 7,5 por ciento interanual hasta 38.500 millones de euros.
La división de móviles, la más rentable en trimestres anteriores, fue la gran culpable de la pérdida de negocio y desde unos beneficios de 1.930 millones de euros del tercer trimestre de 2015, se ha pasado a 806 millones en 2016, en una confirmación de la enorme dependencia del sector móvil.
El problema no ha acabado porque las pérdidas por el Galaxy Note 7 se acumularán en el trimestre actual y sucesivos. Samsung estima que el coste de la retirada total del Note 7 supondrá 5.500 millones de dólares hasta el segundo trimestre de 2017. Por las compensaciones a los proveedores, a los usuarios o simplemente por dejar de vender el que estaba destinado -en nuestra opinión- a convertirse en el mejor phablet del mercado, con ventas millonarias estimadas de hasta 17 millones de unidades.
Superar el Galaxy Note 7
J. K. Shin, presidente de la compañía, dijo que Samsung estaba trabajando con los reguladores y expertos de terceros para intentar diagnosticar los problemas que han llevado a que un pequeño número de los terminales se incendiara. El ejecutivo aseguró que Samsung estaba «revisando cuidadosamente cada aspecto del dispositivo, tales como sus procesos de hardware, software y de fabricación, que podrían haber causado los incidentes.»
Shin también se disculpó con los accionistas y los consumidores y dijo que era «inaceptable» que la compañía no cumpliera con sus propias normas de garantía de calidad.
Samsung espera retomar la senda ascendente en próximos trimestres: «En el negocio móvil, la compañía se centrará en la expansión de las ventas de nuevos productos insignia con un diseño diferenciado y características innovadoras, así como recuperar la confianza de los consumidores«.
Aquí entra potenciar las ventas de los actuales Galaxy S7 y Edge (dos terminales sobresalientes de gama alta) y también preparar cuidadosamente el lanzamiento del Galaxy S8, cuyo lanzamiento se rumorea para el 26 de febrero a las puertas del próximo Congreso Mundial de Móviles 2017 de Barcelona.
Un buen antídoto para superar la situación. El Galaxy S8 repetiría las dos versiones del S7 con pantallas Super AMOLED, una estándar con pantalla de 5,1 pulgadas y otra de 5,5 pulgadas con diseño “edge” que ampliaría las curvas de los laterales a la parte superior y que aumentaría la resolución nativa al 4K como mayor novedad.
Estrenarían el nuevo SoC Snapdragon 830 de Samsung, contaría con doble sensor de cámara, Android N, soporte para la plataforma de realidad virtual Daydream y la introducción del asistente personal Viv, similar al Google Assistant. Algunos analistas señalan la posibilidad de que los nuevos terminales de Samsung estrenen una nueva marca más allá de Galaxy para diferenciarlos definitivamente del Galaxy Note 7, ante la pesadilla que supone para el departamento de marketing.
Samsung es mucho más que móviles
Destacar otros datos de los resultados financieros como el aumento del beneficio de la división de pantallas de visualización (9,7 por ciento) y también los 2.720 millones de euros de beneficios de la división de semiconductores.
Samsung es un gigante en este apartado. Recientemente ha anunciado el comienzo la producción en masa de los chips de 10 nm, adelantando al gigante Intel y a la mayor foundry mundial, TSMC, en tecnología de procesos de fabricación. Samsung utilizará esta tecnología para producir modelos propios como el S8 y de terceros como el Snapdragon 830 de Qualcomm y otros superchips móviles como los SoC Apple para iPhone 8 y superiores.
También ha presentado las nuevas unidades de estado sólido SSD 960, en una categoría de la que es líder mundial absoluto, y la llegada de los chips de memoria DRAM, 8 GB LPDDR4, los primeros de este tipo de la industria y un nuevo avance para las posibilidades de la nueva generación de los dispositivos móviles.