El negocio de la analítica y Big Data sigue imparable. Los 130.100 millones de dólares que se generarán este año son solo el inicio de lo que está por llegar en un entorno en el que cada vez hay más datos a los que sacar jugo. De hecho, los aumentos pronosticados por IDC son de doble dígito hasta 2020 cuando se alcanzarán los 230.000 millones de dólares. Unas previsiones más comedidas y quizás realistas respecto a las que realizadas a principios de año.
Aunque en España todavía estemos en una fase temprana en cuanto a la adopción de soluciones de analítica para los negocios, el mercado comienza a mostrar su buena acogida por parte de las empresas. Durante este año el volumen de ingresos alrededor del Big Data crecerá un 11,3%. Un porcentaje que se mantendrá elevándose ligeramente hasta el 11,7% en 2020 cuando el negocio podría alcanzar los 122.000 millones de dólares. Todo ello gracias a necesidad de tomar decisiones basadas en la disponibilidad del dato.
El 50% de la inversión provendrá de industria, Gobierno y servicios
Entre los verticales que más impulsarán el Big Data, la consultora destaca la industria, la administración pública y los servicios profesionales. De estos provendrá el 50% de los ingresos de la analítica y Big Data en 2016 y serán el empuje para el resto en los próximos años. También sobresale la banca como la industria que más rápido crece invirtiendo unos 17.000 millones de dólares durante este año. A la finanzas le acompañarán las telecomunicaciones, los transportes y la sanidad en los años venideros.
Claramente las propulsoras de la inversión serán las grandes compañías. No solo son las primeras en apostar sino las que más capacidad tienen para ello. De ahí que de los 230.000 millones de dólares pronosticados para 2020, unos 154.000 millones provengan de estas corporaciones. Cerca del cuarto restante se deberá a las pymes.
Tampoco extraña que la mitad del negocio del Big Data se genere en Estados Unidos. La cuna tecnológica y primera potencia mundial continuará impulsando el nicho alcanzando los 95.000 millones de dólares en 2020. Por detrás Europa Occidental, seguida de Asia-Pacífico y Latinoamérica.
