No son buenos tiempos para las tiendas de electrónico y electrodomésticos medianas en España. La dura competencia unido a la todavía latente crisis ha hecho que la cadena Miró anunciara la semana pasada un ERE que afectará a 339 trabajadores. Todo ello cuando ya estaba en concurso de acreedores, anunciado a inicios de mes.
La compañía, gestionada por la sociedad Kabaena Directorship, lleva desde 2011 arrastrando una situación complicada. Desde entonces ha presentado otros expedientes de regulación de empleo. Ahora su objetivo es vender algunas de sus tiendas, cuando ya ha cerrado casi todas fuera de Cataluña, para evitar despidos y que no afecte a más empleados. Miró continuará con su actividad normal en su tienda on-line.
El pasado año, Miró facturó un negocio de 100 millones de euros con una red de 25 tiendas repartidas, sobre todo, por Cataluña. Una cadena que según Matteo Buzzi, director general de Kabaena Directorship, está muy cotizada por ser una marca potente con muchos «compradores interesados».