Aunque todavía no es común ni pagar con el móvil, la tecnología de autentificación que utiliza biometría es vista como segura a ojos de los consumidores europeos y españoles. Así lo confirma un estudio de Visa donde se certifica que el 71% confían en esta opción para comprobar la identidad del consumidor.
La discreción y la familiaridad con los formatos biométricos son factores importantes para su adopción. Entre las alternativas más conocidas están los sistemas de huellas digitales (81% de los encuestados), seguido de la exploración del iris ocular (76%). Justo su popularidad hace que las huellas dactilares sean la opción más usada.
Pese a que la adopción de estos sistemas todavía es muy restringida, los usuarios españoles que las conocen le gustaría que los vendedores estuvieran adaptados a ellas. De hecho, el 50% utilizaría sistemas biométricos en el transporte público, 51% en locales de restauración, el 44% en tiendas on-line y el 44% para descargar contenidos.
A los españoles les gustaría utilizar más la biometría para pagar
Desafíos de la biometría
Cuando se observan los diferentes métodos de pago, bien pagando desde casa o en la tienda a través del móvil, más de dos tercios de los españoles (71%) quieren usar la biometría como método de autenticación de pago. De ahí que integrar sistemas de biometría sea un reto para potenciar las ventas.
No es la única barrera. La biometría también se enfrenta a otros obstáculos como los falsos negativos debido a que es una medida binaria basada en la probabilidad de un emparejamiento correcto.