Con la vista puesta en la apertura de 250 tiendas físicas en los próximos tres años, el operador Eurona ha inaugurado la primera. El comercio, situado en la población catalana de Castelldefels, pretende conectar directamente con el usuario en vez de hacerlo desde establecimientos de terceros.
Hasta la fecha, Eurona mantenía acuerdos de distribución que apostaban también por el mismo concepto de conexión de calidad, inmediata y sin interferencias, pero no contaba con tiendas propias. El nuevo despliegue propio supone una evolución en la que los franquiciados podrá tener su espacio físico y disfrutar de una experiencia completa.
La red de tiendas que desplegará Eurona se instalarán en municipios de entre 25.000 y 100.000 habitantes que no gozan de Internet de calidad, situación que actualmente sufre el 5% de la población española, es decir, a unas 2,5 millones de personas.
El objetivo de estos comercios es poder tratar cara a cara con los usuarios para ofrecerles sus servicios de Internet (4G con tecnología LTE y satelital) y telefonía móvil haciendo de la atención al cliente un servicio ya en la venta y no sólo en la posventa para resolver posibles incidencias. Además, comercializará dispositivos y los accesorios.
Jaume Sanpera, presidente de Eurona así lo explicaba:
«La tienda física no es el intermediario entre el cliente y la compañía, es el canal directo entre el cliente y la compañía, por ello el concepto de establecimiento de Eurona tira abajo las barreras que han dominado la comunicación operador-cliente en el sector telecos hasta ahora. Es un paso adelante. Y es que la revolución digital ha traído consigo una nueva corriente hacia la atención y el trato personal».
Esta estrategia se englobal dentro de su Plan Estratégico Horizonte 2018, en el que contempla unos ingresos superiores a los 140 millones de euros. En 2015, el EBITDA de la compañía creció un 63%, hasta los 4,7 millones, mientras que los ingresos aumentaron un 17%, hasta alcanzar los 25,8 millones.