Android reclama más apoyo para actualizarse a las últimas versiones. Justo el que muchos fabricantes no le pueden dar porque no actualizan sus dispositivos. Una situación que está obligando al gigante a presionar a sus partners más de lo habitual.
Las ansias por que todos los smartphone y tablet con Android estén en su última versión ha llegado hasta tal punto que Google se ha planteado publicar una lista con aquellos más atrasados. Un ranking que no sería precisamente bien recibido entre sus partners OEM. De ahí que la corporación se lo esté pensando mucho.
La «pereza» de fabricantes y operadoras a la actualización es lógica. No solo es una cuestión de inversión en desarrollo para que el hardware esté preparado sino también abre la posibilidad a errores que motiven a los consumidores a reclamar. Ante la duda de lo que pueda pasar, muchos optan por no actualizar ya que las aplicaciones funcionan en el 95% de los modelos Android.
¿Un problema de seguridad?
Con una estrategia bien diferenciada, iOS siempre ha tenido una mayor tasa de adopción para sus últimas versiones que Android. De hecho, el 84% de los iPhone están en iOS9 mientras que solo el 7,5% de los smartphones con Android corren en Marshmallow -aunque otro apuntan a porcentajes menores-. Algo que no le sienta bien a los de Mountain View.
Por esta razón, Google está presionando no solo a los OEM sino también a las operadoras a instalar sus últimas versiones de Android. Su argumento se basa en que «es bueno para los consumidores». Una afirmación cierta ya que los agujeros de seguridad son una constante en versiones obsoletas. Pero no es la única ni quizá la más importante.
Las innovaciones integradas en las últimas versiones de Google no solo vienen a proteger más los dispositivos sino también a dar más funcionalidades y servicios. Justo es ahí donde la corporación necesita el apoyo de sus partners para continuar con su jugoso negocio.
No es ningún secreto que detrás de Android hay unos ingresos muy provechosos venidos de su barra de buscador, sus mapas o cualquier otro servicio que se incluye en el sistema operativo previo pago por parte de los fabricantes. Y es justo esa comisión la que se pierde también Google cuando las marcas dejan de actualizar.