La Comisión Europea ha acusado formalmente a Qualcomm de ofrecer incentivos financieros a determinados clientes para que comprasen exclusivamente sus desarrollos y de implementar “precios predatorios”, ofreciendo chips por debajo de coste con el fin de sacar a sus competidores fuera del mercado.
Acusaciones muy graves una vez completada una investigación preliminar, que pueden tener consecuencia en el mercado del chipsets móviles, el corazón de los smartphones y tablets donde Qualcomm es líder.
La compañía estadounidense ya recibió una multa récord en China por mantener altos precios de licencias de chip 3G y 4G, está siendo investigado por los mismos motivos en Japón y Corea del Sur y lo mismo ocurrió en Europa en 2009.
Esta vez, las acusaciones antimonopolio de la UE son diferentes y mucho más condenatorias para la empresa. El órgano de competencia de la UE dijo que Qualcomm podría haber pagado ilegalmente a un cliente importante para el uso exclusivo de sus chips. También dijo que Qualcomm los vendió por debajo del costo para expulsar a los competidores fuera del mercado, en una estrategia conocida como «precios predatorios».
Qualcomm, el fabricante de chips estadounidense que ha dominado con mano fuerte el mercado de móviles inteligentes en los últimos años, no pasa por su mejor momento, por el despido de 4.500 empleados, la pérdida de imagen de marca ante ello y las cuestiones de sobrecalentamiento del Snapdragon 810, la pérdida de grandes clientes como Samsung y la creciente competencia de rivales como MediaTek, Intel, NVIDIA o Samsung.
Qualcomm ha negado las acusaciones. Si la UE lo encuentra culpable podría multarlo con 2.700 millones de dólares, el 10% de sus ingresos globales de 2014.