Tanto Google Drive como Dropbox nacieron como servicios gratuitos de almacenamiento en la nube con diferencias notables pero con el mismo objetivo. Sin embargo, poco a poco han ido giraron sus estrategias hacia el cloud empresarial donde ya han cosechado éxitos.
Dropbox cuenta con 130.000 empresas que pagan por su servicio mientras que Google Drive ha alcanzado el millón de suscripciones de pago. Dos cantidades bastante diferenciadas que, pese a ello, muestran los esfuerzos de los servicios cloud por captar la atención de las compañías.
El disco duro cloud empresarial
La subida de las empresas a la nube es ya una realidad, aunque muchos proveedores no estén preparados. Aplicaciones como Dropbox fueron los primeros en darse cuenta de esta situación. De ahí que este servicio se democratizó antes en el consumo para pasar a la empresa.
Pero no es el único. Gmail o el propio Google Drive fueron primero utilizados por los clientes finales para posteriormente, ser integrado en una estructura corporativa. De ahí que la ola del almacenamiento cloud empresarial siga en alza con grandes como Google, Microsoft o Dropbox que se apoyan en sus partners para seguir creciendo.
Así, la historia del cloud empresarial no hecho más que empezar. Escrito el epílogo, es momento de posicionarse y buscar el interés de las empresas en las nuevas funcionalidades que proponen los fabricantes de almacenamiento y/u ofimática en la nube.