Plantearse abrir un nuevo negocio en China puede ser nuestro próximo proyecto de internacionalización. Siendo ya el país más potente en materia de comercio electrónico, la oportunidad de conseguir abrirse un espacio no es descabellada. Pero antes de abordar la comercialización, debemos tener claros algunos puntos.
Entre los parámetros a tener en cuenta para vender en China hoy destacamos la estrategia de plataformas. Podemos optar por abrir nuestra propia tienda on-line o aprovechar las de terceros. Dos caminos diferenciados a valorar dependiendo en qué momento estemos.
Terceros para comenzar
Desembarcar en China y tener éxito puede ser más que complicado con una tienda on-line propia. La potencia comercial a alcanzar con plataformas como la de Alibaba, por ejemplo, no tiene paragón. Los 350 millones de compradores activos anuales son demasiados como para competir.
De ahí que comenzar la andadura en plataformas para usuario final o profesionales como Taobao o Tmall no sea una mala idea. Después o al mismo tiempo, podremos tener una plataforma propia que ayude a conformar nuestra marca para vender en China.
Además de un potencial mayor, podremos utilizar la infraestructura y sabiduría del Grupo Alibaba para aprender. El cliente chino es muy diferente al español por lo que entender sus hábitos e intereses para dar con la propuesta acertada es nuestro primer reto. Y es ahí donde estos gigantes nos pueden ayudar.
Propia para consolidar
Nuestro espacio comercial siempre será lo que queremos que sea. Esa es la principal ventaja de tener una tienda on-line propia ya sea en España, o como es el caso, en China. Tener nuestra plataforma nos ayudará a ser libres para promocionar productos o lanzar iniciativas de prueba.
Sin embargo, comenzar a vender en China con «Informática Antonio» quizás no es muy llamativo en el universo chino. Pero si nos puede ayudar a crear un vínculo o referencia a la que los usuarios puedan acudir cuando llevemos un tiempo.
Optar por una tienda on-line propia también nos obligará a cambiar ciertos mensajes de marketing y adaptarlos al mundo asiático. No solo el nombre sino también idioma y referencias de interés de los consumidores.