Un nuevo minorista tecnológico atacado. Carphone Warehouse, la compañía británica de telefonía móvil denominada Phone House en España, ha sufrido un ciberataque que ha comprometido la información personal y financiera de unos 2,4 millones de clientes.
Según la información de la corporación, la información robada estaba encriptada y la mayoría de los datos de otras de sus marcas como PC World o Currys estaban en otros servidores que no se han visto afectados. Aún así los cibercriminales se habrían podido hacer con nombres, direcciones, fechas de nacimiento y hasta 90.000 datos de tarjetas de crédito de clientes.
La compañía ha informado que está desarrollando una investigación interna y que “se han tomado medidas de seguridad adicionales” para evitar que se repita este tipo de sucesos.
Ni el primero ni seguramente el último
Por desgracia, cada vez es más común encontrarnos con casos como el de Phone House en Inglaterra. Otros gigantes como Home Depot o Target también han visto como sus medidas de seguridad no eran suficientes para frenar a los cibercrimanales.
Las tiendas de referencia son un objetivo más y más deseable por toda la información de clientes que se guardan en sus entrañas. Pero son las únicas. Los malos también se fijan en las pequeñas porque en su protección suele estar menos cuidada y son más accesibles.
A medida que los casos de robo de datos de clientes son más comunes, las tiendas van tomando conciencia de la importancia de la seguridad, pero todavía se tarda una media de 197 días en darse cuenta de un ataque.
Por ello, queda mucho trabajo por hacer: bloquear malware en los terminales de punto de venta, evitar agujeros en las tiendas on-line o proteger las bases de datos deben ser prioridades para los vendedores.
