El negocio ha crecido. El número de pedidos on-line ya supone una buena parte de los ingresos y lo que en su día era un almacén perfecto, hoy se nos queda pequeño. Debemos buscar un nuevo punto de logística que cubra nuestras necesidades y las de nuestros clientes.
Una situación que suena idílica pero en la que puede haber aspectos que se vuelven en nuestra contra. Por ello, antes de tomar la decisión de cambio de almacén, os recomendamos tomar en consideración las siguientes ideas:
A la hora de elegir un nuevo espacio para nuestra distribución debemos tener en cuenta que no solo valen los metros cuadrados sino también los cúbicos. El espacio en horizontal puede ser caro si elegimos una zona estratégica pero ¿el vertical? Tenerlo en cuenta y aprovechar la altura del almacén nos puede dar más de una alegría.
Podemos tener un almacén de 1.000 metros cuadrados pero si esté es alargado o triangular no nos ayudará demasiado. El tamaño es importante pero también la forma. Un aspecto a tener muy en cuenta y clave para pensar en la distribución y organización de los productos a guardar.
La tecnología actual puede ayudar a la gestión de los almacenes. Utilizarla para ordenar, gestionar y localizar los productos nos permitirá ahorrar el tiempo de nuestros empleados que se podrá utilizar para otras tareas. Entonces ¿Por qué no invertir en un sistema de automatización?
A modo global, pensar en la estrategia que vamos a ejecutar antes de realizar el cambio es esencial. Más allá del sitio en cuestión, que como ya hemos visto, es fundamental, debemos pensar en cuestiones más prácticas una vez que tengas el lugar elegido.
Cómo vamos a mover todo el inventario; vamos a vender el stock con promociones para evitar el traslado; qué sistema de gestión vamos a utilizar; cuál va a ser la nueva ubicación de productos dentro del almacén; o la nueva gestión de pedidos son aspectos a tener en cuenta.