El portal electrónico de escritura, relojes y encendedores de gama alta, Iguana Sell, ha publicado una serie de consejos para que una PYME extienda la venta on-line más allá de su país de origen.
“Hace unos años la salida al exterior estaba restringida a las grandes empresas dotadas de muchos recursos y fuerza de ventas. Hoy, factores como la libre circulación de de personas y mercancías dentro de la UE y, sobre todo, Internet, han reducido sensiblemente las barreras de entrada a la internacionalización”, explican los socios fundadores de Iguana Sell.
«La Red es un instrumento que todas las empresas pueden utilizar y que les permite llegar a todas partes”, aseguran desde una empresa española creada en 2008 que vende a 90 países y que prepara el desembarco en otros como Japón. Iguana Sell propone consejos para que una pequeña o mediana empresa se «atreva» a lanzarse al mercado internacional mediante Internet:
- Quítate complejos. En Internet el tamaño de tu empresa o su ubicación geográfica es irrelevante, así que ya estás olvidándote de pensamientos tóxicos del estilo de “cómo voy a vender en otros países desde esta empresa minúscula o desde un pueblo tan pequeño”.
- Haz que te encuentren. Es el primer objetivo de todo comercio online. Para que tus potenciales clientes te localicen deberás cuidar aspectos como el SEO, la navegabilidad y el diseño de tu web.
- Traduce tu web. Vender online no es simplemente “tener una web”. La venta se hace a través de las conversaciones que mantienen comprador y vendedor y del servicio que se presta. Por eso es interesante prestar ese servicio en todos aquellos idiomas que consideres relevantes para tu mercado.
- Genérate una reputación online. Es la madre de todas las estrategias. La reputación online es la que hará que un señor de Wisconsin elija comprarte a ti, que te encuentras a 10.000 kilómetros de distancia, en lugar de a un competidor de su propio entorno que vende el mismo producto a un precio similar. Te compran porque confían en ti.
- Consigue referencias de terceros. Una de las formas de labrarnos esa buena reputación online es a través de los comentarios positivos que usuarios de nuestra web dejan en la Red. La web es social, por lo que privilegia lo que otros dicen sobre ti. Un buen servicio postventa, una política de transparencia informativa, cumplimiento de plazos de entrega y una eficaz gestión de incidencias te ayudarán a conseguir esas referencias.
- Ten en cuenta los aspectos legales y fiscales. Hay quien piensa que existe un vacío legal en las ventas online internacionales, pero no es así. Las ventas en internet son trazables. Lo más importante que debes tener en cuenta es que vender online requiere conocer el régimen fiscal que aplica. En función de si tus productos o servicios son tangibles o intangibles, tanto tus ingresos como tu IVA tendrán que ser declarados en el país de origen de tu plataforma online o en el país donde resida el comprador.
- Controla los aranceles aduaneros. Por pequeña que sea, una venta online a determinados países es una exportación. Y como tal está sometida a control de aduanas. Tú elijes si los aranceles aduaneros son a cargo de tu empresa o del cliente final. Pero ten en cuenta que si escoges esto último, puedes generar una mala experiencia de compra en tu cliente. En este caso tendrás que explicarle muy bien que se espera de el o de ella para evitarle sorpresas desagradables.
- Cuida tu proveedor de logística. En entregas internacionales no te la juegues por ahorrarte unos euros. Vale la pena asegurar escogiendo a uno de los grandes operadores del transporte internacional. El momento de entrega es el único en que la experiencia se ‘tangibiliza’. Hay que garantizar que el cliente tiene un número de tracking, que el paquete llega en buen estado y que existe un control sobre los envíos.
- Vigila la seguridad en los pagos. Es interesante integrar Paypal y otros procesadores de pago con tarjeta que funcionen en todo el mundo. También es clave contar con una empresa que procese los riesgos del pago con tarjeta.