Seguimos hablando de Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) como una realidad futura que ya tiene muchos productos presentes. No obstante, la gran revolución se irá dando en los próximos cinco años. Período en el que IDC prevé que el 90% de los datos generados estarán en plataformas cloud que ayudarán a reducir la complejidad de este fenómeno.
Todas las previsiones apuntan hacia el mismo lado: Internet de las cosas es una oportunidad de negocio. Tanto es así que ya muchas empresas invierten en tecnología que haga frente al desafío de tener en 2020 unos 26.000 millones de dispositivos conectados en todo el mundo. Pero ¿Dónde estarán los puntos fuertes de esta superconexión? Según la firma analítica en los siguientes 10 puntos:
- Cloud: como decíamos, se espera que en el próximo lustro el 90% de la información generada por IoT estará alojada en servicios cloud.
- Seguridad: en dos años, el 90% de las redes podrán tener agujeros de seguridad que deberán ser solventados por los responsables tecnológicas de las compañías.
- Administración: en menos de cuatro años, el 40% de los datos generados por la era IoT estarán almacenados, procesados y analizado para poder actuar con ellos.
- Capacidad de red: el 50% de las redes sobrepasarán en dos años su capacidad debido a la ingente cantidad de información.
- Infraestructuras tradicionales: en tres años, el 90% de los centros de datos y los sistemas de gestión corporativos deberán adoptar nuevos modelos de negocio con infraestructuras modernas y políticas BYOD.
- Mercados verticales: aunque hoy en día el 50% de la actividad se centralizada en aplicaciones de consumo, transporte, producción y ciudades inteligentes, en cinco años la explosión llegará a todas las industrias.
- Ciudades inteligentes: el 25% de los gastos en los ayuntamientos para 2018 estarán destinados a dotar a las ciudades de inteligencia basada en IoT.
- Sistemas embebidos: para 2018, el 60% de las soluciones IT desarrolladas originalmente en sistema propietarios y cerrados pasarán a convertirse en soluciones abiertas.
- Wearables: el 40% de los wearables estará en los próximos cinco años conectado de forma masiva a smartphones.
- Millennials: para 2018, el 16% de la población serán jóvenes que aceleren la adopción del IoT.
Con estas previsiones en la mano vemos varios retos para los proveedores de servicios, integradores y canal de distribución, en general. Por un lado está el tema de la seguridad. Con tantos dispositivios conectados debemos capaces de proveer la protección necesaria para que ninguna brecha afecte a clientes o empresas.
Además no hay que olvidar que las infraestructuras ya sean de almacenamiento, analítica o red. Estas deben estar preparadas para la explosión que se avecina. En este sentido, muchos fabricantes ya están en esa onda buscando las mejores soluciones para hacer frente a todos los retos que se avecinan.
Por último, los mercados verticales. La conectividad será mucho más fundamental a medida que las soluciones que se desarrollen sean útiles para diferentes industrias. De ahí que adelantarnos a las oportunidades y buscar esos nichos de negocio puede ser clave para conseguir una ventaja competitiva.